Apreciado Presidente. Nos hemos pasado el año discutiendo la “famosa” reforma política sin que ésta llegue a consolidarse. Los actores del agro hemos visto con agrado su anhelo por mejorar el país. Tanto así que el paro agrario, que nos convocó en mayo, fue de naturaleza pacífica y propositiva a efectos de buscar soluciones sostenibles a los problemas de hoy y siempre.
La situación es crítica. El café a menos de 90 USD/quintal y caficultores sobre-endeudados después de la roya, desarrollan un caldo de cultivo para aumentar las áreas de hoja de coca. El cacao con precios bajos y con graves problemas de sanidad se suma al vía crucis. Los productos de panllevar que se orientan al mercado nacional, llegan a nuestros mercados con una mayor oferta y encuentran una demanda estancada porque ni la economía, ni el consumo per cápita crecen, esto les asegura precios bajos hoy y en adelante. Las agroexportaciones que no han crecido la primera mitad del año, crecerán al final del año; pero eso se deberá solo a un producto: el arándano.
La Guerra Comercial entre Estados Unidos y China, la urgencia del Reino Unido por cerrar el BREXIT solo son una muestra de la importancia que los países dan a sus mercados. Y quién nos ayuda a promover a que los peruanos consumamos más de nuestro propio café en lugar de un café en polvo importado, a que tomemos nuestra leche y no una leche en polvo importada, a que comamos más de nuestras menestras y productos ricos en hierro. Quién nos ayuda a hacer promoción comercial para que China, efectivamente, consuma nuestra quinua y no sea un competidor más del Perú para venderle quinua al mundo. ¿Quién nos ayuda a vender más? Nuestros dos millones de pequeños agricultores disgregados y sin recursos, no pueden hacer esa labor de promoción y desarrollo de mercado.
Con expectativa vimos el inicio de la mesa de negociación posterior al paro agrario. Al igual que la reforma política, se buscaba una reforma del Ministerio de Agricultura. Se trabajó el proyecto de Ley respectivo, sin embargo no vemos que el ejecutivo llame la atención sobre esto, la propuesta de ley nunca germinó. La mesa de negociación tampoco nos ha dicho claramente cómo se va a promover los mercados y la productividad.
Señor Presidente, hemos visto pasar un día del campesino y un mensaje presidencial de 28 de julio, sin una visión esperanzadora para nuestro sector y no queremos que esto continúe así. Urge que el ejecutivo plantee una propuesta contundente de reactivación del agro (y créame que muchos de los requerimientos no pasan por presupuesto).
Consolidando el agro, podemos brindar un marco apropiado para el desarrollo de proyectos mineros que respeten verdaderamente al medio ambiente. Es posible construir esa plataforma para que el ejecutivo no quede solo “queriendo” y “no queriendo” promover grandes proyectos que serán la fuente de recaudación tributaria para nuestro desarrollo.
Necesitamos del Ejecutivo y del Legislativo, necesitamos que la reforma política no paralice nuestras mentes, nuestros corazones y nuestra fuerza para sacar nuestro sector y los demás sectores de la economía adelante.