El Perú nunca deja de sorprendernos y todo periodo de crisis nos deja un aprendizaje enorme. Desde hace muchos años, hemos visto a algunos exportadores destacar los altos ratios de crecimiento de ventas e inversiones de las agroexportadoras, de la conquista de tal o cual mercado; y mientras tanto, otro lado del país pensaba “y si te va tan bien por qué no mejoras las condiciones de los trabajadores”.
Quienes hemos estado cerca del agro los últimos 30 años, hemos visto la mejora de las condiciones de los trabajadores; antes tenían que caminar varios kilómetros para llegar al punto de “reclutamiento” de personal, algunas veces encontraban un jalador que les daba chamba para el día y otras veces regresaban a casa sin conseguir el sustento diario; cada mañana que caminaba al colegio por la calle La Mar en Imperial, Cañete me cruzaba con las caras tristes de aquellos que no habían sido reclutados. Después, cerca del año 2000, instaladas algunas empresas agroexportadoras, se les recogía en camiones; ahora se les recoge en buses cerca de sus casas. Los ambientes de comida, ni que decir, hemos pasado de que cada trabajador llevaba su fiambre, a los comedores completamente equipados que ahora podemos ver; se ha pasado de pagar solo el jornal diario en función del sueldo mínimo y nada más, a pagar un jornal diario con todos los beneficios incluidos (02 gratificaciones y CTS) un mes de vacaciones y además bonificaciones por productividad.
Existe un buen grupo de empresas que trabaja bien y se preocupa por la gente y existe otro grupo que no lo hace. Es cuestionable que se critique a los “services” porque a fin de cuentas es la empresa agraria quien los contrata. Es mejor decir “habemos empresas que operamos dentro de la formalidad y con respeto por el recurso humano y otras que no; ayúdennos (SUNAFIL) a cerrar esas empresas que representan una competencia desleal para nosotros”.
Siempre he criticado lo parcial de la agenda del agro, y eso lo pueden encontrar en mis artículos anteriores, algunos gremios vinculados a la exportación criticaban, a veces, cuando se pedía algún tipo de beneficio para la pequeña agricultura, no faltaban palabras como asistencialismo o subsidio; cuando el sector agroexportador gozaba cómoda y legalmente de tres beneficios claros: menos renta, menos ESSALUD y drawback.
Con lo anterior, tampoco quiero decir que estuvo bien derogar la Ley de Promoción Agraria; pudo estar bien si no se hubiera extendido hasta el 2031; pero una vez extendida, el Estado tiene la obligación de respetar el horizonte del marco normativo; hay decisiones de inversión como compra/venta de empresas o predios que ya se han hecho en base a este horizonte del 2031. Nos encontramos en un escenario de crisis económica mundial por el COVID y una tendencia preocupante de precios a la baja de nuestros principales productos de agroexportación y con amenaza de países competidores por todos lados; es decir, estamos en el peor momento para haber derogado la Ley 27360.
Además, hay algo que no se advierta en los argumentos, la actividad agroexportadora es una actividad de alto riesgo; eso no me lo tienen que contar, yo mismo he ganado y perdido mucho dinero en la agroexportación. Para que una actividad de alto riesgo funcione, las proyecciones del negocio deben mostrar alta rentabilidad; nadie invierte en un negocio con alto riesgo y baja o moderada rentabilidad; allí es donde ayudó la Ley 27360 y también el drawback: a mejorar los flujos que sustentan las inversiones. El sector agro es un sector diferenciado en cualquier parte del mundo; tal es así, que es el único sector definido como prioritario en la Constitución Política del Perú en su artículo 88.
Como están las cosas, tenemos dos semanas para elaborar la propuesta de nueva Ley de Promoción Agraria y allí es donde quiero aportar; miremos hacia adelante, aquí mi propuesta:
Antes de promulgar la nueva ley, se debe elevar el sueldo mínimo para todos los trabajadores del país de 930 a 1,080 soles mensuales. Ello permitirá elevar el jornal diario base de 31 a 36 soles en el régimen general o de 39.19 a 45 soles en el ex régimen laboral agrario.
La nueva ley debe considerar
Debemos concentrar la nueva Ley de Promoción Agraria en devolverle la estabilidad tributaria a los agroexportadores que se han visto afectados; al mismo tiempo, mejorar las condiciones para los trabajadores e incluir a la pequeña agricultura en los beneficios.