COLUMNA DE:
Carlos Pomareda Benel

Carlos Pomareda Benel

Ingeniero Agricola Doctor en Economia Agricola y es el Gerente de Servicios Internacionales para el Desarrollo Empresarial y Presidente del Consorcio para el Desarrollo Andino.
02 mayo 2021 | 03:49 pm Por: Carlos Pomareda Benel

El contexto internacional desafía nuestro sistema agroalimentario

El contexto internacional desafía nuestro sistema agroalimentario

En días previos a las elecciones abundaron las ofertas de los 18 candidatos a la presidencia; ahora abundan las conjeturas sobre lo que realmente haría cada uno de los dos que competirán el 6 de junio; más allá de su ideología y sus promesas. Mientras los medios y la sociedad participante en la discusión, están enfrascados en la mirada hacia adentro, el mundo sigue en movimiento y hay una serie de eventos que seguirán teniendo sustancial efecto en nuestra agricultura, alimentación, comercio y desde luego la economía en conjunto. Al respecto, hay condiciones en los mercados en cuanto a tendencia e inestabilidad; en las reglas del juego definidas por otros países; y los eventos asociados a la pandemia, cada uno con diferentes implicaciones para nuestro país.  Me refiero solo a una muestra de estos aspectos.

Tendencia en el precio del petróleo. Los precios se dispararon al final de la jornada del 14 de abril, luego de que se presentase una caída de las reservas comerciales de crudo en Estados Unidos. Como resultado, el barril de Brent del mar del Norte cerró en alza de 4,57% a 66,58 dólares en Londres. Mientras que en Nueva York el barril de WTI ganó 4,93% a 63,15 dólares; y en los últimos siete días ha subido a una tasa de 1.84% al día. Las expectativas son de que, por limitantes en la oferta, más que por mayor demanda, la tendencia positiva en el precio va a continuar unos seis meses más, por lo menos. Y entonces, ¿continuaremos abultando nuestra ya dramáticamente negativa balanza comercial de hidrocarburos y derivados, o seremos capaces de poner en operación eficientemente la moderna refinería de Talara y otras industrias?

Precios de los fertilizantes. Asociados a los precios del petróleo y otros factores, también han subido los precios de los fertilizantes, en particular los nitrogenados.   En lo que va del año 2021, el precio internacional de la urea ha subido 25%. Se anticipa que esta tendencia va a continuar. Su repercusión va a ser considerable en los costos de productos que usan fertilizantes en forma intensiva, como en el arroz.  En otros países estos precios tendrán efectos en los costos de cultivos como la soya, el maíz y el trigo. ¿Tendremos al corto plazo los medios para hacer los ajustes necesarios que moderen los impactos?

Precio de los cereales importados. Nuestra dependencia externa de algunos productos como la soya, maíz amarillo para producción avícola y de cerdos y de trigo para alimentación humana, es un tema que merece también una mirada a los mercados internacionales. Según lo reveló Agraria.pe (20 de abril 2021) durante el primer trimestre del presente año, Perú importó 1.11 millones de toneladas de maíz amarillo duro, por un valor CIF de USD 307.63 millones. Estas cifras muestran un moderado incremento en volumen, pero mayor en valor, debido a los mayores precios internacionales. La situación es incierta como lo revelan los mercados de futuros. Por ejemplo, con Información al 21 de abril por séptima rueda consecutiva, subió el precio internacional de la soya en el mercado de referencia de Chicago, donde los contratos con vencimiento en mayo aumentaron USD 9,28 y cotizaron a USD 550,15 la tonelada, el valor más alto de los últimos 7 años. El trigo (posición mayo 2021) subió USD 4,96 y cotizó a USD 247,38 la tonelada y en la misma posición, el maíz registró un aumento de USD 7,48 y cotiza a USD 246,28 la tonelada, el precio más alto de los últimos 8 años. Es decir: ¿afrontaremos una mayor demanda de divisas para financiar las importaciones de estos insumos; y subirán a los consumidores los precios del pollo, los huevos y los aceites, ¿cuya producción requiere de dichos insumos?

Desmembramiento del mercado europeo. En enero de este año, el primer mes en el que el Reino Unido estuvo desligado de la Unión Europea en 44 años, las exportaciones británicas hacia el bloque, su principal socio comercial, cayeron un 40,7% (6.450 millones de euros) y las importaciones descendieron un 28,8 % (7.600 millones de euros). El impacto en las importaciones es menor debido a que el Reino Unido ha aplazado hasta 2022 los controles a las mercancías que llegan desde la UE, precisamente para tratar de amortiguar el golpe económico del Brexit. En el otro lado del canal, sin embargo, los nuevos requisitos aduaneros se hicieron cumplir desde el 1 de enero. Como resultado, la salida de alimentos y animales del Reino Unido decayó un 59% en enero, respecto a la media mensual de 2020. La evolución de las cifras durante los próximos meses determinará hasta qué punto esa aguda caída responde a una corrección puntual, debida en parte a la acumulación de existencias en las semanas previas al Brexit, o bien si es una tendencia que se mantendrá a largo plazo. ¿Estamos conscientes que la mayor parte de nuestras exportaciones de frutas y verduras a Inglaterra entran por los puertos en la UE; en el marco del tratado comercial Perú-UE vigente desde el 2013?

Protección del mercado europeo. El mercado único europeo, una valiosa e intangible realidad económica, ha pasado de ser un mero espacio comercial a convertirse en el verdadero baluarte de la Unión Europea frente a las sucesivas crisis que agitan al club comunitario en los últimos meses: Brexit, pandemia, y fragilidad del estado de derecho en Hungría y Polonia. Frente a esas amenazas de ruptura o fisura de la UE, los 27 países han cerrado filas como pocas veces en la historia, como una respuesta política cuyo común denominador ha sido la defensa de la integridad del mercado único.  Esto incluye la reformulación de la Política Agrícola Comunitaria y   el aumento considerable de recursos para su implementación, lo cual incluye subsidios a los lácteos y cereales. Aun no se ha analizado como las medidas políticas y económicas afectarán las relaciones en el marco de los tratados firmados en los últimos diez a quince años y en particular el tratado con Perú antes referido.

Asia: La gran promesa.  En 2020, nuestras exportaciones a China sumaron USD 11,134 millones, lo que reflejó una caída del 18% respecto de 2019. De ese total, los productos de la agricultura representaron USD 1,318 millones; lo cual es un porcentaje significativo del total de agroexportaciones peruanas. Las expectativas en el mercado chino siguen siendo positivas, pero penden en un hilo, ante las condiciones vigentes. Las expectativas en India, en algún momento consideradas importantes (por ser un país de alto consumo alimentario de productos vegetales) y `por ello la negociación desde 2017 de un tratado de libre comercio; se están derrumbando al corto plazo ante la dramática situación causada por la escalada de la pandemia. Por otro lado, la inmensidad de China e India motiva a que muchos países, especialmente en América Latina, estén ilusionados con venderles, por lo tanto, la tarea de competir va a ser sustantiva.

El COVID no nos da tregua para lograr la estabilidad económica y financiera: Según el FMI, en el 2020, la economía latinoamericana se hundió un 7%, aunque de acuerdo a un estudio de la CEPAL, hay expectativas positivas para este año. Por su parte el FMI anticipa que las economías de Latinoamérica, crecerán este año; pero advierte de que las perspectivas a más largo plazo siguen dependiendo de la trayectoria de la pandemia. Una de cada tres naciones de la región está en situación de vulnerabilidad financiera, según criterios de liquidez y solvencia. De los países que conforman América Latina y el Caribe, 14 son vulnerables y 5 de ellos están englobados en la categoría de “vulnerabilidad severa”. ¿Tendrán dichos gobiernos como afrontar las inversiones necesarias y apuntalar la estabilidad de sus monedas y por lo tanto mantener su capacidad para seguir siendo buenos socios comerciales y comprar nuestras mercancías?

Puedo comprender que, al calor del debate político, la discusión se centra en lo que se espera por parte del gobierno entrante. Al respecto, es incuestionable que tener la casa en buen estado es fundamental, pero lo brevemente expuesto en estas notas, a manera de ejemplos, nos plantea que es indispensable tomar muy en cuenta el escenario internacional en el que jugamos: No estamos solos. Que no nos ocurra lo de aquella familia rural que pasó todo su tiempo arreglando su casa, hasta que llegó un huayco y se la llevó.

Agradezco a mi amigo el Ing. Bruno Barbieri por haber compartido conmigo su última Notas del Campo, de donde he tomado alguna información para preparar este artículo