Nuestro agro: agrícola, pecuario y forestal; de costa, sierra y selva; de pequeños, medianos y grandes productores; el que le vende al mercado nacional, a la industria o a la exportación tiene muchas oportunidades y potencial competitivo que se pueden poner en valor en la medida que resolvamos los cuellos de botella limitantes e implementemos incentivos en la dirección del mercado.
Lo anterior, aconteció el viernes pasado en el foro virtual “El Agro Peruano hacia el 2026” organizado por Agraria.pe que tuvo como expositor central a Fernando Cillóniz presidente de inform@ccion; y en el panel especializado a Andrés Casas decano en la Universidad Agraria La Molina, Rolando Bautista decano en la Universidad San Cristóbal de Huamanga, Clímaco Cárdenas presidente de CONVEAGRO y Gabriel Amaro director ejecutivo de AGAP.
Cillóniz hizo un rápido análisis de la tendencia de la oferta agraria, evidenciando que la producción -en términos de volumen- sigue creciendo, excepto en algodón y carne de bovino; sin embargo, nuestro problema son los precios. La formación de precios, que depende de la oferta y demanda, puede incentivarse con estrategias de promoción del consumo, con una mayor y mejor articulación con la industria y compensando el daño que causa la importación de productos subsidiados.
Los ocho componentes de la propuesta de Cillóniz incluyen agua, carreteras y ferrovías, tecnología y capacitación, financiamiento, información, diversificación productiva, competencia sin subsidios y eficiencia estatal.
El paquete de propuestas denominado AGROACCIÓN incluye un “arancel compensatorio” que es un fondo que debe constituir el Estado para ayudar a la competitividad en los productos afectados por los subsidios de otros países; el “canon hídrico” que es un fondo que recaudará parte del impuesto a la renta que pagan las empresas formales del sector que suelen utilizar el agua en la parte baja de las cuencas, destinado a financiar un ambicioso programa de siembra y cosecha de agua y reforestación en la parte media y alta de cada cuenca hidrográfica.
Cillóniz, mencionó la difícil situación de AGROBANCO, que requiere reconvertirse para que el crédito llegue a los productores a tasas de interés competitivas; para lo cual propuso un mecanismo de segundo piso que otorgue garantías para que la banca privada preste de forma efectiva al productor.
También, se mencionó la necesidad de reordenar el Ministerio de Agricultura para evitar duplicidades y triplicidades de acciones y concentrar su intervención, con roles claros, bajo una nueva rectoría hacia los gobiernos regionales y locales.
Se requerirá mejorar la eficiencia del actual presupuesto del sector que actualmente supera los tres mil millones (PIA Minagri setiembre S/ 3,544 millones) y se requerirán S/5,250 millones adicionales para que, en cinco años, se implemente un paquete de medidas como:
Estas, entre otras medidas, son parte de la propuesta integral que nos trae Fernando Cillóniz, y que pone la agenda de desarrollo del sector agro en las próximas elecciones nacionales.