Analista considera que tras la crisis actual, quedará en el mundo un mensaje potente de que hay que consumir productos saludables como el berry peruano. Aún quedan sin embargo factores claves que mejorar para seguir creciendo en su exportación.
(Agraria.pe) Uno de los pocos ángulos positivos de la pandemia que asola al mundo en estos días es que en el caso de la agroindustria peruana se está desarrollando en un periodo que no corresponde con la principal ventana comercial de despachos al exterior de varios productos.
Federico Beltrán, gerente general de Terra Business sostiene que ese es el caso del arándano peruano, que tiene su fuerte de comercialización internacional en la ventana que se da entre la quincena de julio y finales de diciembre. Antes de eso, por ejemplo entre enero y febrero, el protagonismo es de otros productores como Chile.
El analista considera que en la actual coyuntura es fundamental que los productores no descuiden los campos, en vista que la campaña está a cuatro meses y para entonces muchas de las complejidades actuales ya se habrán resuelto, al menos parcialmente.
“Hoy se está viviendo la complejidad para la gente que va a trabajar [al campo] como para quien quiere entrar a comprar; la regulación en los supermercados…Viene un reacomodo fuerte en los próximos meses y creo que hacia julio las cosas van a estar más organizadas, fluidas y va a quedar el mensaje potente en el mundo de que hay que consumir productos saludables como el arándano”, declara.
En todo momento se debe recordar además que el producto exportado tiene que mantener sus características de alta calidad, lo que implica buen bloom, sabor, firmeza, calidad y cosmética. Hoy, muchas de las empresas logran este objetivo gracias a que en los últimos 15 o 20 años han desarrollado altos estándares de control.
Sobre el futuro del cultivo en el país -que parece haber alcanzado ya un pico importante-, Beltrán estima que hay espacio para crecer pues se están aprovechando técnicas como ósmosis inversa, la cual es usada en 10 proyectos. La barrera de entrada en este segmento suele ser el acceso a tecnología, capital y recursos genéticos.
“Por eso Perú ha crecido a la velocidad que va; veo al país en los próximos cinco años con 20 mil hectáreas de arándano”, sentencia. Cabe acotar que en 2019, las áreas certificadas para exportación del berry en el país sumaron un total de 10.963 hectáreas.
Finalmente, sobre los retos del sector, el vocero de Terra Business señala que un tema clave es la cadena de frío, ya que el arándano requiere contenedores refrigerados, por lo que no es extraño que sean grandes empresas con poder logístico las que se encuentren de forma predominante en este rubro.
Aun así, el factor distancia sigue presente, ya que los destinos del arándano peruano como Europa, China y Estados Unidos están a 30 días de distancia en promedio, lo que marca una gran desventaja frente a otro productor como México que tiene la frontera con Estados Unidos apenas a 700 kilómetros, con lo que logra colocar su producto en dos días. “Por ello es clave la poscosecha como la producción misma”, apunta.
