(Agraria.pe) Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), la vendimia estadounidense ha sufrido importantes contratiempos. Se prevé que la producción disminuya un 19%, hasta 655.000 toneladas, lo que supone el menor rendimiento en más de treinta años.
Este descenso se vio agravado por el huracán Hilary, que azotó California en plena temporada de vendimia. El huracán trajo consigo vientos y lluvias destructivos, afectando gravemente tanto a la cantidad como a la calidad de las uvas de mesa que aún quedaban por recoger.
De acuerdo al informe 'Resumen de Frutas No Cítricas y Frutos Secos 2023' de mayo de 2024 del Servicio Nacional de Estadísticas Agrícolas (NASS), esto ha provocado una notable reducción de las exportaciones, que han descendido en 65.000 toneladas hasta las 182.000 toneladas.
Mientras tanto, las importaciones se han disparado hasta las 793.000 toneladas, impulsadas por el aumento de los envíos de Chile y México para compensar el déficit interno.
Por su parte, la producción peruana de uva de mesa experimenta un aumento marginal y se espera que alcance las 776.000 toneladas, a pesar de los problemas planteados por las condiciones de El Niño, que han frenado el crecimiento potencial. Sin embargo, las previsiones de exportación son menos optimistas, con previsiones que muestran un descenso de casi 100.000 toneladas hasta las 525.000.
Este descenso se atribuye a la reducción de la oferta exportable, ya que las condiciones climáticas adversas, como las lluvias torrenciales y las altas temperaturas, han deteriorado la calidad de la fruta. A pesar de estos obstáculos, Perú sigue siendo el principal exportador de uva de mesa, aunque su producción se ha contraído.
Chile, otro actor importante en el sector de la uva de mesa, también está experimentando un descenso en su producción. El país prevé una reducción de 20.000 toneladas, con lo que la producción bajará a 635.000 toneladas. Este descenso forma parte de una tendencia a largo plazo ligada a la disminución de la superficie plantada en la última década.
Se prevé que las cifras de exportación desciendan en 16.000 toneladas, hasta 480.000, debido a la menor producción, a pesar del aumento de los envíos a Estados Unidos. Si se cumplen estas previsiones, Chile pasará de ser el primer exportador al tercero en sólo dos años.
Fuente: Portal Frutícola