(Agraria.pe) Ad portas de cerrarse una nueva temporada para la fruta chilena en los mercados internacionales, es época de balances en el Hemisferio Sur. En ese sentido, en Superfruit comentan que en materia de precios de ciruelas deshidratadas, tras dos años en la parte alta del ciclo, con producciones bajas en el mundo, ahora que los principales países productores retornan a la normalidad en sus volúmenes, “vemos una estabilización y comportamientos de precios a la baja”.
Así lo señalan Pablo Morandé, managing director, y José Antonio Soffia, subgerente de ventas de Superfruit, empresa que cuenta con 1.000 hectáreas de plantaciones de ciruelo D’Agen y 500 hectáreas de nogales, además de duraznos, viñas, entre otros frutos.
“Ya no tenemos kiwis, se trataba de huertos muy viejos, y que ahora hemos reemplazado por cerezas y nectarines”, señalan en la empresa que produce, procesa y exporta la mayor parte de su fruta, gracias a 11 campos en Rancagua, Melipilla y Lolol, zonas ubicadas entre 90 y 200 kilómetros al sur de Santiago de Chile.
“Estamos integrados verticalmente, lo que es muy importante para nosotros en cuanto a la trazabilidad del producto y control de la cadena productiva completa, lo que redunda en un fruto de gran calidad para los consumidores finales”, señala Pablo Morandé.
Este consumidor final, en el caso de Superfruit, se encuentra ubicado en cerca de 70 países de todos los continentes, lo que obliga a ser insistentes en el trabajo de la calidad, lo que parte con un trabajo en equipo que nace en el huerto, el cómo se poda, la fertilización, en buscar la mejor materia prima para los procesos, etcétera. “Esto nos permite tener una ciruela deshidratada chilena al nivel de la mejor en el mundo, junto a la californiana y francesa”.
Consistencia y experiencia
Además, se requiere consistencia, señala, con una calidad que es pareja a través del tiempo, y en donde el concepto calidad no necesariamente tiene que ver con el tamaño del fruto, pues las ciruelas grandes, medianas o pequeñas pueden tenerla, y todo depende del producto final que se quiera obtener (desde la venta del fruto en sí, hasta pulpas y snacks), “En cada calibre hay que mandar lo mejor, cada uno tiene su mercado”, expresa.
Superfruit tiene una vasta experiencia exportando este fruto, lo cual parte en 2004.
La firma exporta entre 8 a 9 mil toneladas métricas de ciruela deshidratada al año, y de esa cantidad, cerca del 20% se va a China, “un mercado muy atractivo en fresco y deshidratado, y el cual tiene un espacio gigantesco por crecer, en la medida que hagamos bien las cosas en materia de calidad”, agrega José Antonio Soffia.
Eso sí, indica, estamos ‘al debe’ en marketing y promoción de la ciruela deshidratada, más aun cuando en los últimos años se han descubierto una serie de beneficios de este fruto. Estos van desde los más conocidos y antiguos como prevenir el estreñimiento y ayudar a mantener la regularidad intestinal, gracias a su fibra, hasta estudios más recientes que indican que ayuda a la presión arterial y mejorar la salud del corazón en general, así como que es el mejor alimento para el tratamiento de la osteoporosis.
“Debemos mejorar la promoción. Primero, alinearnos como industria chilena, así como entre industria y autoridades. Luego, abordar el tema en unión con otros países o zonas productoras. Las condiciones están dadas para dar a conocer, en conjunto, un producto altamente saludable, y en donde la tendencia apunta hacia el consumo de este tipo de alimentos”, agrega Pablo Morandé.
Respecto a la Feria Anuga, celebrada hace unas semanas, y a la cual asistieron, concuerdan en que fue una muy buena feria, “Nos juntarnos con la mayoría de los clientes que después de la pandemia, pudimos volver a mirarnos cara a cara. Afianzamos contactos y relaciones, viendo a los europeos muy concentrados en alcanzar nuevos volúmenes para la Navidad. Ya en Gulfood -comienzos del próximo año-, podremos conversar de precios y proyectar la nueva temporada”, concluye José Antonio Soffia.