(Agraria.pe) Según recientes estimaciones de las Naciones Unidas, se proyecta que la población mundial alcanzará un punto máximo de crecimiento hacia mediados del siglo 21 antes de comenzar su descenso. Sostener una población en aumento por otros 30 años demanda generar mayores eficiencias en la producción de alimento y mayores previsiones sobre la huella ambiental que deriva de los alimentos con proteínas. Ante tal necesidad surge la pesca y la acuicultura como una potencial solución.
Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en su último informe sobre el estado de la pesca y acuicultura en el mundo (SOFIA 2022) se proyecta que estos dos sectores son una potencial solución sostenible para producir proteína. En realidad, los peces constituyen la mayor proporción de vertebrados del planeta, superando con creces a todos los demás, incluidos los seres humanos, el ganado y los mamíferos silvestres.
Según estimaciones de la FAO, en condiciones adecuadas puede haber un crecimiento sostenido de la pesca y acuicultura hacia 2050 donde pasaría de tener un consumo per cápita de alimentos acuáticos de 20.2kg a 22.3 kg, y en un escenario de innovación e inversión en acuicultura, podría llegar a los 25.5kg. Uno de los principales insumos y más sostenibles para la acuicultura es la harina de pescado donde Perú destaca por una contribución del 48% de las exportaciones de harina de pescado en el mundo.
“El crecimiento poblacional es inevitable, la mejor solución a futuro es apostar por producciones de alimento sostenibles. Gracias a la abundancia de la anchoveta y la buena gestión a nivel país es posible ser una fuente de nutrición para la acuicultura, además, este sector genera hasta un octavo de la huella ambiental que pueden generar otras industrias como la ganadería. Si queremos pensar en un mundo sano a futuro, las industrias deben ser más eficientes en su producción", comentó Gonzalo Cáceres, gerente comercial de la pesquera peruana TASA.
Sostener la industria pesquera en Perú, mientras respete y cumpla con los estándares de conservación y producción de huella de carbono, será una alternativa ambientalmente amigable. Un enfoque clave considerando cuán sensible es el Perú a los cambios climáticos por la gran biodiversidad que tiene.
