21 enero 2025 | 10:15 am Por: Redacción

Donald Trump tomó ayer posesión como 47º presidente de los Estados Unidos.

Qué espera el sector hortofrutícola bajo la nueva administración estadounidense

Qué espera el sector hortofrutícola bajo la nueva administración estadounidense

(Agraria.pe) El presidente electo Donald Trump tomó ayer posesión como 47.º presidente de los Estados Unidos. La cuestión ahora es qué puede esperar el sector hortofrutícola para los próximos cuatro años.

"En general, hay bastante optimismo en el sector respecto a la nueva administración", afirma Nick Wishnatzki de Wish Farms, con sede en Plant City, Florida. "Esperamos que los productores de especialidades y el sector agrícola tengan una relación productiva con la administración Trump. Él ha mostrado su disposición a escuchar nuestras preocupaciones y entiende que tener un sector local fuerte es vital para la seguridad nacional".

Harris S. Cutler, de Race-West Company, Inc. con sede en Clarks Summit (Pensilvania), comenta que, efectivamente, existe la sensación de que las empresas van a recibir mucha atención positiva del gobierno. "Creemos que habrá muchos programas de distribución de productos agrícolas frescos para desfavorecidos y para programas escolares", dice Cutler. "Nuestro sector superó los estragos de la covid bajo la primera administración Trump. Trump confió en los profesionales del sector para hacer el trabajo de forma competitiva y salimos adelante".

Una parte de esa mayor competitividad también puede basarse en el consumo de productos. "Nos gustaría que se promoviera el comercio agrícola a nivel internacional y también las frutas y hortalizas a nivel nacional", dice Tim Mansfield, de Burt, Sun Orchard Apples, con sede en Nueva York.

"Habrá un enfoque en la producción hortofrutícola como la que ya vimos en la última administración Trump". Trump reunirá a expertos del sector para recabar ideas destinadas a mejorar la seguridad alimentaria y el suministro de productos frescos por parte de profesionales", añade Cutler, que también espera que la nueva administración estudie iniciativas para impulsar la competencia.

Iniciativas del pasado
No hay más que recordar el lanzamiento del programa Farmers to Families Food Box del USDA bajo el mandato del entonces secretario de Agricultura, Sonny Perdue. "Supuso un gran apoyo al cultivo de especialidades estadounidenses cuando se produjo la pandemia de covid", afirma Jordan Vande Guchte, de Superior Sales, con sede en Hudsonville (Michigan). "Las repercusiones del aumento de la demanda de frutas y hortalizas se tradujeron en un mayor esfuerzo en los mercados para terminar una temporada que preocupaba a muchos. Solo por eso me siento agradecido y optimista de cara al futuro".

Sin embargo, también hay cuestiones específicas que el sector desearía que se abordaran, empezando por la mano de obra. "¿Serán conscientes ambas partes de que la horticultura estadounidense debe contar con un buen programa de mano de obra extranjera para poder sobrevivir, y no uno encabezado por el DOL (H2A)?", se pregunta Jamey Vogel, de Vogel Orchard, con sede en Fredericksburg (Texas). "Parece una cuestión apolítica que ambas partes deberían apoyar. No hay empleados estadounidenses para estos trabajos, así que no tiene sentido empeñarse en encontrarlos".

"Esperamos que el presidente Trump mantenga su promesa de campaña de eliminar normas innecesarias y suavizar las regulaciones y la extralimitación burocrática", agrega Wishnatzki. "Uno de los aspectos más desafiantes y costosos de la agricultura es conseguir la mano de obra necesaria. El programa H2A necesita urgentemente una reforma. Los costos y la disponibilidad de mano de obra son un problema enorme que no hace más que empeorar. A corto plazo, las empresas necesitan normas más favorables para la contratación de trabajadores invitados. A largo plazo, necesitamos soluciones automatizadas que el gobierno debería incentivar y en las que es necesario invertir. Ahora tenemos al menos la oportunidad de conseguir algún avance positivo en estos frentes".

"El mayor problema relacionado con el gobierno son las tasas de los visados para trabajadores del programa H2A. La mayoría de nuestros agricultores han tenido que recurrir a esta vía en la última década para cosechas urgentes en un contexto poco favorable", apunta Vande Guchte. "Estamos a favor de unos salarios dignos para todos los eslabones de la cadena de suministro. Dicho esto, las condiciones no son las mismas para todo el mundo". Afirma que los requisitos de la H2A se han endurecido en todo el país, sobre todo en regiones como Michigan, donde solo hay una temporada anual de cosecha. "Los salarios H2A han aumentado más del 50% en los últimos 10 años y un 26% desde 2020 en Michigan concretamente".

Preocupaciones para los productores
Entre esto y otros gastos crecientes, el porcentaje de participación de la agricultura en la producción de alimentos estadounidenses no está aumentando. "Como resultado, los productores del Medio Oeste están bajo presión y muchas explotaciones pequeñas y medianas se debaten entre aumentar la superficie para adaptarse a un mayor volumen o retirarse. Hemos visto ambas cosas, pero el número de productores que abandonan me preocupa", reconoce.

La escalada de los costes de producción también es un tema clave. "Nuestros costes mínimos son más altos que en los mercados internacionales, y esto es especialmente evidente cuando los mercados han de pasar por largos periodos de mayor oferta que demanda. En Estados Unidos nos encontramos en una posición cada vez más desigual frente a nuestros competidores internacionales", asegura Vande Guchte. "Los productos básicos que requieren más mano de obra están experimentando un efecto acumulativo. Tenemos clientes con empatía por nuestros problemas y que se muestran dispuestos a colaborar, independientemente de las condiciones del mercado. Estos socios leales creen en el valor de apoyar la producción nacional y local en la medida de lo posible. Por otro lado, con los bienes de consumo de rápida rotación, como los cultivos especializados perecederos, gran parte del mercado abierto se rige en última instancia por los precios".

Luego está el tema de los posibles aranceles que podrían imponerse hoy mismo. "Los aranceles perjudican al comercio de exportación y la fortaleza del dólar también dificulta las exportaciones", destaca Mansfield.

Wishnatzki cree que las amenazas arancelarias pueden ser solo una postura para sentar a la mesa a los socios comerciales y negociar mejores acuerdos. "Sin embargo, habrá que esperar y ver qué pasa. Es poco probable que [Trump] tome medidas que pongan en peligro la economía estadounidense. Ese parece ser siempre su barómetro del éxito, así que esperemos que él y sus asesores sopesen los pros y los contras antes de tomar estas decisiones", manifiesta.

Aranceles y oportunidades
Cutler afirma que los aranceles permiten a EE. UU. tener más oportunidades de competir con países que pagan salarios más bajos, tienen menos medidas de protección y fabrican productos baratos y de baja calidad. "Deberíamos exigir a las empresas que cubran los costes de los productos que no tienen un ciclo de vida razonable", propone.

Por supuesto, las negociaciones arancelarias también tienen en cuenta la fortaleza del dólar estadounidense. "Es un arma de doble filo. Podría ayudar a moderar los costes de algunos insumos, como las plantas de fresa que se importan de Canadá, así como los fertilizantes", dice Wishnatzki. "Sin embargo, también reduciría el coste de las frutas y hortalizas importadas, lo que podría perjudicar la competitividad de los productores nacionales".

Cutler se muestra menos preocupado a este respecto. "El secreto del éxito a largo plazo es producir grandes productos, cuidar a los trabajadores e innovar", afirma. "Los agricultores seguirán innovando. Los avances con determinados productos básicos se extenderán a toda la gama de productos. Disfrutaremos de mejoras en todos los ámbitos".

Vande Guchte espera que esas mejoras empiecen por las consultas a productores de todo el país de distintos segmentos y tamaños. "A partir de ahí, seremos capaces de conocer mejor cuáles son los problemas y buscaremos soluciones conjuntas. Bien sea mediante la educación de nuestra cadena de suministro o ejerciendo presión a los responsables políticos, debemos pelear por el éxito de nuestros agricultores ahora, antes de que tengamos que pelear para recuperarlos", afirma.

Fuente: Fresh Plaza