La cultura del seguro es una necesidad que se debe implementar como obligación a los productores y contar con respaldo del Estado.
(Agraria.pe) Experiencias internacionales de implementación del seguro agrícola confirman que en la mayoría de países de Latinoamérica, el Estado subsidia parte de las primas u otorga incentivos a los productores.
Empresarios de aseguradoras de México, Argentina, Colombia, Bolivia, República Dominicana, España, entre otros países, coincidieron en sostener que la producción de alimentos está ligada con la participación directa del Estado y los organismos normativos y promotores, en asegurar el desarrollo de una actividad sostenible. El seguro es un mecanismo de protección de la inversión.
Los países de la región están expuestos a los efectos negativos del cambio climático, de inundaciones, tormentas, huracanes, granizadas, sequías y otros fenómenos, por lo que la cultura del seguro es una necesidad que se debe implementar como obligación de las partes; es decir, el Estado, las aseguradoras y productores.
Para el efecto, se afirmó, que es primordial inculcar entre los productores, la educación financiera que incluya la necesidad del seguro como mecanismo de protección de la inversión en el agro, un sector de elevado riesgo y sensibilidad.
En los países de Latinoamérica predomina la pequeña y mediana agricultura y es precisamente este segmento el más proclive a los daños que causa el clima en la producción.
En el marco del XV Congreso Internacional de Seguro ALASA, realizado en nuestra capital, se abogó por prestar interés y recursos hacia la promoción del seguro agrícola, sobre todo para pequeños y medianos agricultores, que son los más expuestos a los impactos negativos del clima y sus consecuencias.
El presidente de Alasa, Néstor Abatidaga, recomendó que el desarrollo sostenible del agro debe estar basado en una política de estado y esta incluir la cultura del seguro que además de garantizar la producción agrícola evitará la migración del campo a las grandes ciudades.
Abatidaga afirmó que los pequeños productores necesitan del respaldo del Estado para acceder al seguro, pues el seguro agrario no es un gasto sino una inversión.
En el caso peruano se expuso la necesidad de la participación de más empresas aseguradoras y financieras en la promoción del seguro agrícola, considerando las recientes experiencias de El Niño y el Niño Costero, que afectaron infraestructura y producción agraria.
En Perú solo una aseguradora ofrece el Seguro Agrícola que es ofertada apenas por tres entidades financieras. El mercado potencial es de 700 mil productores que pueden acceder al sistema financiero, pues estando articulados al mercado, son sujetos de crédito y ahí es donde se debe promover este servicio.
Cuantos más productores ingresen al seguro generando una masa crítica más amplia, los costos del seguro serán más asequibles, se afirmó.