Por: Flavia Zuleta, Gerente de Negocios Soluciones para la Agricultura de BASF Peruana.
(Agraria.pe) Es cierto que el prejuicio de que las mujeres no podían formar parte de industrias “duras”, como el sector agrario, ya quedó en el pasado. Pero aún queda mucho por hacer para alcanzar la equidad de género, por lo que tenemos que seguir trabajando arduamente para lograrlo. Este 2024 es momento de hacernos cargo de esa asignatura pendiente, que tiene décadas de espera, por acciones más tangibles y cuantificables.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo, fecha que busca visibilizar los esfuerzos del género femenino, promoviendo una reflexión sobre su situación actual y tras casi 20 años en el rubro agrario, lastimosamente puedo afirmar: que aún hay mucho camino por recorrer.
En el campo esta brecha se hace aún más notoria pues, de acuerdo con las cifras de la Encuesta Nacional Agropecuaria la cantidad de productoras mujeres se incrementó del 31% en el 2021 a 33.4% en el 2022. Sin embargo, y a pesar de su numerosa presencia, las mujeres agrarias aún se enfrentan a múltiples desafíos y desigualdades de género.
Entonces, ¿Qué hay que hacer para que las mujeres conquisten el campo? Desde el lado corporativo, el panorama es más alentador. El rol de la mujer en esta industria se ha vuelto clave para su desarrollo, por lo que cada vez más empresas están destinando acciones a fin derribar la brecha de género. Personalmente, puedo dar fe que existen oportunidades laborales para todas. Hace muchos años comencé como promotora visitando campos y en la actualidad, después de años de esfuerzo, lidero el área.
El punto clave, sin duda es, la educación. Considero que para lograr un cambio en el futuro debemos comenzar por el presente y qué mejor forma de hacerlo que promoviendo la participación femenina en este sector. De adolescente decidí ir contra viento y marea y opté por una carrera en la que la cuota de mujeres era muy pequeña. Aún recuerdo que, de toda mi promoción universitaria, yo era la única mujer. Por ello, es clave promover la mayor intervención de niñas y adolescentes en estas carreras que, si bien en la actualidad cuentan con un mayor porcentaje de mujeres, aún la cifra puede seguir creciendo, encontrando cada vez más referentes femeninos en el sector.
Sin embargo, esto no es suficiente. Podemos ampliar los espacios de participación de las mujeres en las empresas, promover activamente las matrículas universitarias en carreras consideradas “masculinas” o apoyarnos unas a las otras en darnos visibilidad, pero si todo esto no es acompañado por políticas culturales sociales, lamentablemente el cambio seguirá siendo lento. Me refiero a políticas a favor de la mujer y de equidad de género que realmente garanticen una mayor inclusión femenina en todos los sectores, como, por ejemplo, la Política Nacional de Igualdad de Género, aprobada en el 2019, la cual plantea como uno de sus objetivos el reducir las barreras institucionales que obstaculizan la igualdad en los ámbitos público y privado entre hombres y mujeres. Sólo así podremos lograr lo que tanto anhelamos, es decir mujeres que conquisten el campo y ojalá muchísimo más.