(Agraria.pe) La falta de estructuración e inteligencia de mercado dirigida a la pequeña agricultura que se dedica a cultivos de panllevar destinados al mercado local conlleva a escenario de sobreproducción y precios bajos. Es un problema cíclico, ya que vuelve constantemente pues el agricultor no deja de cultivar aún en escenarios tan adversos como el actual, algo que se revela en datos como que la intención de siembra de este año similar a la de 2019.
Ángel Manero, ex director general agrícola del Ministerio de Agricultura, sostuvo esta tesis durante el foro “Financiamiento del agro peruano” organizado por Agraria.pe. Así, definió que la desaparición de cultivos industriales como el algodón de regiones como Ica, que tenían un ciclo económico más seguro, se contrasta con los cultivos de panllevar de la actualidad que caen constantemente en la sobreoferta, un movimiento que se da no por un incremento de superficies sino por mayor alcance del riego, que se estima en 50 mil nuevas hectáreas cada año.
“La sobreoferta es lo más destructivo para la pequeña agricultura, es un problema serio […] prestando al agricultor y cobrándole intereses lo van a quebrar, porque los próximos cinco años los precios para la pequeña y mediana agricultura van a estar desastrosos”, advirtió.
Por ello, su enfoque es trabajar con la agroexportación e industrializar lo más que se pueda, un objetivo en que se podría pensar recuperando el cultivo de algodón que contaba con 250 mil hectáreas en la costa, lo que “sería la salvación para la pequeña agricultura”, pero requiere organización y una política que potencie el sector de tal forma que la industria se articule con el campo.
Manero considera por ello que no es momento de plantear mejoras en productividad ni más disposición de agua porque eso implica volver al escenario de precios bajos. “Hay que ver la agricultura en un contexto global”, pidió.
La idea fue compartida por Fernando Cillóniz, ex gobernador regional de Ica, quien apuntó que si se sembraran 100 mil hectáreas de algodón se quitaría una gran presión sobre los cultivos de panllevar en la costa. “Extraño el algodón, no tanto por el algodón en sí, sino porque con 100 mil o 200 mil hectáreas se quitaría presión a la agricultura pequeña. Con agricultura exportadora quitamos espacio para bien de la agricultura familiar en el mercado doméstico”, definió.
