(Agraria.pe) La crisis alrededor del aumento de los precios de los fertilizantes impacta de manera directa a las zonas rurales en el Perú que, a pesar de la resiliencia que tienen, es posible que en el 2022 registren niveles de pobreza por encima de su nivel prepandemia, señaló el economista e investigador del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes), Miguel Pintado.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) señaló recientemente que la pobreza monetaria en el 2021 fue de 25.9% (en el 2020, fue de 30.1%) y la extrema pobreza fue de 4.1%, registros que son más acentuados en las zonas rurales (para pobreza monetaria y extrema los porcentajes son de 39.7% y 12.1%, respectivamente). Sin embargo, a diferencia del área urbana, el sector rural se ubicó un poco por debajo su nivel prepandemia (40.8%).
“Si bien en cuanto a pobreza, hay una resiliencia en las áreas rurales, pues muchas familias producen para su propio consumo, bajo esta situación en donde ya se afectan los costos de producción agrícola, sí habría efectivamente un aumento de la pobreza. Se podría tener un 2022 nuevamente por encima de los niveles del 2019. En las áreas urbana ya se sabe que el choque de precios será fuerte tanto en pobreza no extrema como extrema”, indicó.
Eduardo Zegarra, especialista en temas agrarios e investigador principal del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade), comentó que el canal de impacto es a través de los ingresos de la población rural, los cuales ya vienen afectados por la pandemia. Asimismo, mencionó que habría un aumento en la línea de pobreza, debido al avance que se ha visto en los precios de alimentos.
“Estos dos efectos implican deterioro de pobreza general y extrema, tanto por el lado rural como en el sector urbano, pero sobre todo en el primero. Habría una depresión fuerte de los ingresos de estos productores, lo que se refleja en un aumento en la pobreza agraria y rural, que se sentiría durante este año y el siguiente. En general hay un avance muy fuerte en los costos de producción, que no se condice con los precios. Es decir, no se traslada necesariamente los costos al precio, por ser mercados muy competitivos. Esto empobrece al productor”, apuntó.
Por su parte, Daniel De La Torre Ugarte, profesor de Economía e investigador de la Universidad del Pacífico (UP), mencionó que no todos los productores de la agricultura familiar usan los fertilizantes en la misma proporción, por lo que hay un segmento que podría beneficiarse con el progresivo aumento de precios. Por otro lado, señaló que el incremento de precios de aquello que no producen podría sopesar este efecto.
“Hay pequeños agricultores familiares que están en categoría de subsistencia y que usan poco los fertilizantes, por lo que si logran tener una buena producción podrían recibir un empuje por el lado de los ingresos, pero, por el lado de los gastos, van a enfrentar el incremento de precios de aquello que no producen. Lo más probable es que tengamos niveles de pobreza en zonas rurales de nuevo por encima de los registros prepandemia. La familia pobre urbana está bastante expuesta también, pero sobre todo aquellas que dependen de estos insumos en su producción agrícola”, anotó.
Acción insuficiente
Hay otros frentes en donde el gobierno es deficiente, pero por el lado de los fertilizantes, el Estado está mostrando poca capacidad para atenuar el asunto. Si no se actúa ahora, los efectos podrían ser bastante complicados, señaló Zegarra.
Cabe resaltar que el gobierno aprobó el jueves pasado un decreto de urgencia que autoriza la adquisición de fertilizantes en el mercado internacional, los cuales serán distribuidos entre organizaciones y productores individuales. Inicialmente la medida contemplaba un presupuesto de S/ 950 millones, sin embargo, finalmente la asignación fue de S/ 348 millones.
Al respecto, el investigador de Grade mencionó que no se prevé que el Estado tenga capacidad suficiente para realizar una compra efectiva por canales internacionales. “El sector privado lo hace mejor, y no lo están logrando”, apuntó.
Indicó que se pudo ser “más agresivo” con el impulso de bonos al apoyo familiar, pues la exoneración del Impuesto General a las Ventas (IGV) es poco útil y poco equitativa. “Mecanismos de apoyo directo, fortalecer ollas comunes, generar compras públicas de alimentos de la agricultura familiar, son algunas opciones y nada se está haciendo, ni en el tema de fertilizantes, ni en apoyo social. En general hay poca acción del gobierno para enfrentar la crisis”, manifestó.
Pintado opinó que habilitar las compras de fertilizantes por parte del gobierno, es una medida importante, pero que ha tomado mucho tiempo, lo que ha impedido hacer las negociaciones pertinentes, por lo que se mantiene rezagado frente a otros compradores.
“Hay otros países que están en la búsqueda de estos insumos, y Perú debe estar por debajo en la lista. Además, no es suficiente esta medida, pues, basado en su presupuesto, solo se podría cubrir un tercio de lo que se necesita en el año. En el corto plazo solo pueden tratar de asegurar las compras, y tener un plan redistribución, en donde se priorizará algunos cultivos”, afirmó.
De la Torre Ugarte indicó que debió haber una acción anticipada por parte del Estado, pues el incremento del precio de los fertilizantes no es reciente, sino que este empezó a manifestarse en el segundo semestre del 2021, y luego se agravó con la guerra de Rusia.
“Este último decreto de urgencia es un manotazo de ahogado, pues el Estado nunca ha comprado fertilizantes, y no es fácil entrar a un mercado como comprador nuevo. Si se hubiera actuado con mayor anticipación, se podría informado al productor hacia qué productos podría enfatizar su área sembrada con respecto al uso de fertilizantes, opinó.
Agregó que es muy común que haya una sobre aplicación de los fertilizantes y que debió haber campañas con los agricultores sobre en qué productos reducir su aplicación, sin embargo, hubo una inacción hasta ahora.
Datos
. Según el Banco Central de Reserva (BCR), el aumento en el precio de los abonos y fertilizantes han ejercido una presión adicional sobre los precios de alimentos, ya que afecta los costos de producción de los cultivos perecibles agrícolas. Adrián Armas, gerente central de Estudios Económicos del BCR, destacó que uno de los factores relevantes que ha determinado una inflación más dilatada hacia el tercer trimestre del 2023 es el aumento en el costo de los fertilizantes.
. La incidencia de pobreza extrema en zonas rurales aún se mantuvo por encima en 2.3 puntos porcentuales al nivel del 2019, según INEI.
Fuente: Gestión