(Agraria.pe) Un reciente estudio presentado por la institución civil “Defensoría del Productor Agrario”, estima que a nivel nacional el impacto ocasionado por el Niño Global ocasionaría pérdidas por hasta S/ 11.903 millones, lo que equivaldría al 58.8% del total del Valor Bruto de Producción (VBP) agrícola nacional. En el plano de la superficie, se verían afectadas 1,7 millones de hectáreas, lo que repercutiría en una disminución de la producción de 16,4 millones de toneladas (57,3% de la producción agrícola alimentaria nacional).
El documento, elaborado por el economista Víctor Vásquez y Guillermo Esquives, apunta que en la costa la proyección de pérdidas es de S/ 6,997 millones, con una afectación en la superficie de 560 mil hectáreas (35.2% del total de la superficie nacional). En tanto que la sierra se vería afectada en 1.1 millones de hectáreas (64.8%).
Esto significaría que la costa dejaría de producir 9,2 millones de toneladas de alimentos, en tanto que la sierra dejaría de producir unas 7,2 millones de toneladas.
Impacto en cultivos
El informe El Niño Global y su impacto en la Agricultura prevé asimismo que la la caída en la oferta de maíz amiláceo en el Perú se reducirá en 303.000 toneladas, lo que equivale al 85.5% de la producción nacional. Mientras que la reducción en la papa sería de 4.1 millones de toneladas (67.1% de la producción nacional). En tanto que para la cebada y haba, la reducción en producción equivaldría al 62.9% nacional.
“La reducción de la oferta en cultivos como el maíz amarillo, arroz y trigo, demnadarán un incremento en las importaciones de dichos productos y su consecuente impacto en la balanza comercial agroalimentaria”, señala el documento.
Para el maíz amarillo, la menor oferta interna representaría el 41.5% de la producción nacional; en arroz sería el 38%; y en trigo el 64.7%.
Medidas
A mediano plazo, luego de que el fenómeno climático haya sucedido, los autores recomiendan trabajar en los estudios técnicos para el encauzamiento de ríos y construcción de defensas ribereñas, así como un programa de afianzamiento hídrico con proyectos de pequeña y mediana infraestructura para almacenamiento de agua.
A esto suman la necesidad de habilitar la explotación sostenible de aguas subterráneas, ya que las qochas para siembra y cosecha de agua vienen de iniciativas que “tienen voluntarismo, pero carecen de una visión integral para el desarrollo”.
También estiman prioritiario en la costa norte poner en marcha un plan de siembra de forraje para cubrir la demanda de los ganadero del sur; así como programas de cultivos alimenticios que aprovechen la humedad residual de los suelos y la reforestación para recuperar bosques degradados.
Los trabajos deben ir paralelo con una serie de medidas de financimiento para alcanzar a los agricultores que dejaron de recibir ingresos por el impacto climático en sus cultivos, establecer una plan para dar recursos a cultivos alimenticios prioritarios y estructurar la reversión de pérdidas e insolvencias crediticias ocasionadas en esta coyuntura.
