18 julio 2016 | 10:19 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Reconocimiento por el Día de la Investigación Agropecuaria

NUEVAS VARIEDADES DE CUYES, ARROCES Y MANEJO DE PLAGAS ENTRE TRABAJOS CIENTÍFICOS DESTACADOS POR EL INIA

NUEVAS VARIEDADES DE CUYES, ARROCES Y MANEJO DE PLAGAS ENTRE TRABAJOS CIENTÍFICOS DESTACADOS POR EL INIA

La institución puso en relieve casos en los que se demuestra el compromiso y dedicación de los profesionales de la investigación para alcanzar la seguridad alimentaria y mejorar características de nuestros principales productos. 

(Agraria.pe) El Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA) celebró el 15 de julio el XXXI aniversario del Día de la Investigación Agropecuaria. Mejor marco no podía haber para reconocer entonces a cinco destacados científicos que pusieron manos a la obra para sacar adelante proyectos que mejoraron las características de diversos productos en beneficio de los productores nacionales.

La dama de los cuyes
Primera en la lista de reconocimientos, la Ing. Lilia Chauca es una eminencia en la investigación y desarrollo de cuyes. El INIA destacó especialmente su trabajo para el desarrollo de la línea sintética de estos pequeños animales en la sede central de la institución. Resaltó que esta línea sintética (o “interracial”) se generó mediante el cruzamiento de las tres razas de cuyes peruanos –Perú, Andina e Inti- y que se caracteriza por ser precoz y alcanzar un kilo de peso a las nueve semanas de nacido. La Ing. Chauca, que es líder del Programa Nacional de Animales Menores del INIA, ha sido la responsable del desarrollo de las tres líneas peruanas de cuyes que existen en la actualidad, un resultado alcanzado tras 50 años de labor dedicada. 

Más y mejor arroz
La institución también destacó la creación de las variedades de arroz INIA 512 Santa Clara e INIA 513 La Puntilla. La primera, estuvo a cargo del Ing. Orlando Palacios Agurto, y se caracteriza por su alto potencial de rendimiento de hasta las 12 toneladas por hectárea en la selva alta de Bagua, Amazonas y San Martín, lo que significa dos toneladas más con respecto a otras variedades comerciales. Además, es de muy buena calidad molinera y culinaria, y en términos nutricionales presenta mayor cantidad de hierro, pues alcanza hasta 5% del mineral por gramo, a diferencia de otros arroces que alcanzan menos del 2%. 

En tanto, el arroz INIA 513 La Puntilla fue desarrollado por el Ing. Fernando Montero en la Estación Experimental Agraria Pista Florida de Chiclayo. Esta variedad del cereal muestra un rendimiento de parcelas experimentales de hasta 13.5 toneladas por hectárea (arroz cáscara). En parcelas comerciales el rendimiento ha superado las 12 toneladas por hectárea. Además, presenta menor incidencia del virus de la hoja blanca, tiene buena calidad culinaria y un porcentaje intermedio de amilosa cuando es cocido, pues tiene una temperatura baja de gelatinización. 

Adiós al gorgojo de los Andes
Otra nueva tecnología premiada por el INIA fue la del manejo integrado en la plaga del gorgojo de los Andes en los cultivos de papa en Puno. Este trabajo, desarrollado por el biólogo Pedro Delgado Mamani en la Estación Experimental Agraria Illpa de la ciudad altiplánica, impactó directamente en la protección y calidad de los cultivos, disminuyendo la incidencia de daños por la plaga de 40 a menos de 12%. Además, se ha logrado mayor rendimiento del tubérculo, alcanzando casi dos toneladas por hectárea, con menores costos pues disminuye la necesidad de usar insecticidas. Finalmente, se indicó que la rentabilidad de la tecnología alcanza el 110.9%, lo que supera largamente a la tecnología convencional que alcanza el 71.47%. 

El momento de las paltas
La palta Hass, una de las estrellas de la agroexportación peruana, también tuvo su reconocimiento en el trabajo de la Ing. Gladys Ramírez Niño de Guzmán, quien desarrolló una nueva técnica adaptada para la determinación del momento óptimo de la cosecha de este fruto bajo determinadas condiciones en Ica y Chincha. Gracias a esta tecnología las pérdidas en calidad y presentación del producto disminuyen y la rentabilidad por hectárea crece en 30%. Antes de este desarrollo, los agricultores no contaban con una metodología o técnica para mejorar sus cosechas de cara al mercado interno o de exportación que asegure la sostenibilidad en la comercialización de sus productos. 

“Esta es una mañana especial pues reconocemos a varios investigadores que entre el 2015 y 2016 han puesto a disposición de los agricultores y productores nacionales distintas tecnologías y variedades en cultivos y crianzas que han tenido un impacto en el país”, remarcó Alberto Maurer Fosa, jefe del INIA, durante la premiación.

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