(Agraria.pe) El comercio internacional es clave para la seguridad alimentaria global y para el desarrollo económico y social de las comunidades rurales, coincidieron expertos de distintos continentes durante la Pre-Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU que se realizó en Roma.
"La contribución del comercio agrícola internacional para sistemas alimentarios sostenibles" fue el título del panel que llamó la atención sobre la necesidad de corregir las restricciones y distorsiones que pesan sobre la circulación de alimentos.
Las exposiciones tuvieron lugar durante el foro preparatorio para la Cumbre de Sistemas Alimentarios, que tendrá lugar en septiembre en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York.
Ambos encuentros globales fueron convocados por el secretario general Antonio Guterres, con la misión de transformar la forma en que se producen y consumen alimentos y acelerar medidas que favorezcan el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los participantes del panel fueron: el embajador Alexandre Parola, Representante Permanente de Brasil ante la Organización Mundial de Comercio (OMC); Jaine Chisholm Caunt, Directora General de la Asociación de Comercio de Granos y Alimentos (GAFTA), que agrupa más de 1.800 compañías que venden commodities en 98 países; Jared Greenville, Director Ejecutivo de la Agencia Australiana de Economía y Ciencias Agrícolas (ABARES) y Lynn Ng, Directora Gerente del sector de commodities y alimentos de la compañía ING.
El director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, estuvo a cargo de las conclusiones y el cierre del debate, cuya apertura fue realizada por Máximo Torero, director general asistente de la FAO.
La importancia de un comercio internacional fluido para la erradicación del hambre y de la pobreza extrema fue subrayada por los expositores, que hicieron hincapié en la necesidad de fortalecer la cooperación internacional para asegurar la circulación transparente de los alimentos.
Durante los eventos preparatorios de la Pre-Cumbre y la Cumbre, el IICA ha insistido en que la cuestión del comercio internacional no había sido adecuadamente reconocida en la agenda de los foros globales.
América Latina y el Caribe es la mayor exportadora neta de alimentos –con el 14% del comercio internacional- y, gracias a ello, está destinada a cumplir un rol fundamental en la obtención de la seguridad alimentaria global.
En este panel, el director general del IICA hizo hincapié en la necesidad de que los temas relacionados al comercio tengan una presencia relevante en la Cumbre, entendiendo que los flujos comerciales deben verse como la manera más corta de conectar producción con consumo.
La eliminación de los subsidios a las exportaciones y las barreras no arancelarias que distorsionan los mercados internacionales de alimentos son claves, en ese sentido, tanto para asegurar el acceso a los alimentos de las poblaciones vulnerables en todo el planeta como para favorecer la rentabilidad y el bienestar de las comunidades rurales.
"El comercio internacional es un elemento esencial de los sistemas alimentarios porque permite conectarlos y, por lo tanto, hacerlos más eficientes en términos económicos", dijo Otero.
"Gracias al comercio –agregó- es posible consolidar la seguridad alimentaria y nutricional; mejorar el acceso a alimentos a precios estables para los sectores más desfavorecidos; facilitar una mayor diversificación de la producción y las dietas e impulsar las transferencias de tecnologías".
El director general del IICA destacó la necesidad de modernizar y fortalecer el sistema multilateral y de promover políticas a nivel nacional e internacional que generen las condiciones para un comercio más fluido y transparente.
En ese sentido, consideró fundamental favorecer la liberalización del comercio y asegurar que la imposición de regulaciones sanitarias y fitosanitarias estén basadas en ciencias. Especialmente destacó la importancia de evitar que los requerimientos de sostenibilidad se conviertan en nuevas barreras no arancelarias y se reconozca que hay diferentes caminos para llegar al objetivo.
El IICA coordinó el largo proceso de discusión entre sus 34 estados miembro que dio lugar a una posición convergente de las Américas de cara a los foros globales sobre la transformación de los sistemas alimentarios. Los países americanos decidieron destacar el rol indispensable de la agricultura para erradicar la pobreza, promover el desarrollo rural y mejorar la conservación del ambiente.
La mirada del hemisferio está volcada en un documento con 16 mensajes, el cuarto de los cuales se refiere al comercio y sostiene: "El comercio internacional abierto, transparente y previsible es central para un sistema alimentario global eficiente y debe regirse por la normativa multilateral, con el fin de promover la liberalización agrícola y reducir las restricciones arancelarias y no arancelarias. Es fundamental que el sistema multilateral desempeñe un rol cada vez más activo para limitar y reducir la distorsión del comercio y la producción y velar por la adopción y aplicación de medidas sanitarias y fitosanitarias basadas en ciencia".
"Desde la perspectiva de los ministros de Agricultura del hemisferio occidental, el comercio no es solamente importante; es vital para la sostenibilidad de la agricultura en sus tres dimensiones: social, ambiental y económica", resumió Otero.
"Nuestro sistema comercial –concluyó- debe ser mejorado y modernizado para el Siglo XXI. Pero si esta Cumbre se propone trabajar para reforzarlo, debe asegurarse que las decisiones sean tomadas sobre la base de la ciencia y que colaboren para que las naciones continúen compartiendo la riqueza de su producción agrícola con un mundo que necesita cada vez más alimentos".