(Agraria.pe) En el corazón del altiplano peruano, en Ilave, Puno, Thalia Maquera y su madre, Corina Murillo, encontraron la fórmula para transformar una tradición alimentaria en un próspero negocio al procesar papas nativas en tunta, un alimento deshidratado con gran potencial comercial.
Desde tiempos inmemoriales, la tunta se produce en la zona altoandina para el autoconsumo. Sin embargo, al identificar oportunidades de este producto y sus derivados, como la harina y las galletas, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, a través Sierra y Selva Exportadora, decidió intervenir en el 2023 brindando asistencia técnica y comercial, buscando la formalización empresarial de dichas productoras que ahora operan bajo la marca familiar “Suma Muraya” y comercializan sus productos en Puno, Arequipa, Cusco y Lima.
Sierra y Selva Exportadora también gestionó el registro sanitario ante DIGESA y facilitó el contacto con SUNAT-ADUANAS, abriendo las puertas al mercado internacional. Como resultado de ello, en mayo último “Suma Muraya” exportó su primer lote de 900 kilos de tunta a Bolivia, iniciando un compromiso de venta por más de 3,000 kilos hasta fin de año.
“Cada dos meses enviaremos 900 kilos de tunta a Bolivia, un país que valora este producto para la preparación de sopas y guisos”, comenta Thalia Maquera.
En términos generales, según la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), hasta mayo del presente año, Perú exportó más de 16 mil kilos de tunta por un valor superior a los 24 mil dólares, teniendo como principal mercado de destino a Bolivia.
Articulación comercial entre productores
Gracias a la gran acogida de su producto, Thalia, Corina y su familia no sólo han hecho crecer su negocio, sino que también apoyan a productores de papa de Ayacucho, Cusco y Arequipa, comprando más tubérculos para transformarlo en tunta, gracias a la articulación comercial del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).
“Antes comprábamos 10,000 kilos de papa y obteníamos 800 kilos de tunta. Hoy, gracias al asesoramiento técnico y comercial de Sierra y Selva Exportadora, adquirimos 30,000 kilos de papa. En la campaña de junio a agosto, procesamos aproximadamente 100,000 kilos de papa, de los cuales obtenemos un aproximado de 12,000 kilos de tunta”, comenta Thalia.
La historia de Thalia y Corina es un testimonio de cómo la innovación con enfoque comercial, que promueve Sierra y Selva Exportadora, transforma vidas. Con la tunta, no sólo se preserva una herencia milenaria, sino que también se abren nuevas oportunidades económicas para las comunidades altoandinas.
¿Qué es la tunta?
La tunta es una papa deshidratada que se obtiene mediante congelamientos sucesivos y sumergimiento en ríos a temperaturas de menos 10 grados, finalizando su proceso de secado al ser expuesta al sol. Puede almacenarse hasta por dos años, ofreciendo una solución sostenible y rentable para los agricultores.