(Agraria.pe) Aunque la participación de las mujeres rurales en la agricultura va en aumento en los países de las Américas, su rol está limitado por patrones sociales, culturales y tecnológicos dominantes que perjudican su verdadero empoderamiento en las zonas rurales del hemisferio, afirmó Nelly Paredes del Castillo, Ministra de Desarrollo Agrario y Riego de Perú, en la inauguración del IV Foro de Ministras, Viceministras y Altas Funcionarias de las Américas organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Este foro de ministras del sector agropecuario se realiza en la sede central del IICA en San José, Costa Rica, con la participación también de las ministras de Colombia, Jhenifer Mojica; y de Honduras, Laura Suazo, así como de viceministras y altas representantes de Canadá, Estados Unidos, Brasil y San Vicente y las Granadinas; y agencias internacionales de cooperación y financiamiento.
También interviene la Secretaria General del CARICOM, Carla Barnett, el Director General del IICA, Manuel Otero, y lideresas rurales de todas las regiones del hemisferio.
“Las mujeres rurales de América Latina y el Caribe dedican la mayor una cantidad de tiempo al trabajo remunerado y no remunerado en comparación con los varones. En Perú, según una encuesta de uso del tiempo del 2010, las mujeres rurales tienen una carga de trabajo de 12 horas y media más que los hombres”, expresó la ministra Nelly Paredes.
“Ahondando a esta situación, en mi país las mujeres rurales dedican el 62% del tiempo de trabajo a la realización de actividades no remuneradas, mientras que los varones invierten el 31% de su tiempo en ese tipo de trabajo, siendo el cuidado de otras personas la actividad principal del trabajo no remunerado”, agregó la titular del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego de Perú (Midagri).
Entonces, afirmó, el reto está en lograr la equidad de roles para alcanzar un mayor empoderamiento de las mujeres rurales. “La sobrecarga de actividades domésticas en las mujeres rurales repercute en menor tiempo disponible para otras actividades, como la educación, la cultura y la política; y afecta sus derechos, en particular los económicos”, dijo Paredes.
De acuerdo con la ministra peruana, la pandemia de Covid-19 puso en el centro de la agenda mundial la importancia de los cuidados en la vida en sociedad, lo que debe impulsar una ola de marcos regulatorios en favor de esta actividad.
Esta experiencia, manifestó, no debe dejar de lado el contexto rural y agrario en las Américas, y contemplar los desafíos de impulsar políticas públicas desde la ruralidad, considerando la voz de las mujeres; y la elaboración de políticas integrales de servicios de cuidado, asignando valor a los saberes y prácticas vinculados a ellos.
“En Perú, para trabajar en estos temas, además del Midagri están el Ministerio de la Mujer y el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, por lo tanto se abarcan desde varias partes del Estado, con mucho foco a lo rural”, explicó Nelly Paredes.
En el foro, la ministra de Agricultura de Perú -quien es la tercera mujer en ocupar este cargo en el país- explicó que ha impulsado el tema de inclusión de las mujeres rurales por 30 años, pero aún falta mucho trabajo por hacer.
“La economía de los cuidados es un desafío que no podemos ignorar, hay que buscar la llave para que el cuidado también sea asumido por varones”, expresó.
Papel fundamental de las mujeres en la agricultura y la seguridad alimentaria
Señaló que desde el Gobierno peruano se seguirá impulsando políticas inclusivas y sostenibles, que reconozcan y valoren el papel fundamental de las mujeres en la agricultura y la seguridad alimentaria. “Nuestro compromiso es construir un sector agrario más justo y equitativo, donde todas las personas tengan las mismas oportunidades para prosperar y contribuir al desarrollo de nuestro país”, aseveró.
Indicó que dicho enfoque inclusivo forma parte de la Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional, que se encuentra en formulación en el marco de la Comisión Multisectorial de Seguridad Alimentaria y Nutricional, y que es realizada dentro de un proceso participativo que involucran a diversas dependencias del Estado, la sociedad civil, la cooperación internacional, entre otros.
“El Midagri aprobó la Estrategia denominada Emprendimiento de la Mujer Rural e Indígena del año 2023, la misma que se encuentra alineada con la implementación de la Política Nacional de Igualdad de Género, que tiene como objetivo impulsar emprendimientos en materia agrícola, pecuaria, forestal y artesanías, a favor de organizaciones agrarias integradas por productoras rurales e indígenas, a través del otorgamiento de subvenciones”, subrayó.
En su discurso, dijo que, en el Perú, dentro de la Política Nacional de Igualdad de Género, se han establecido programas de capacitación y asistencia técnica específicos para mujeres productoras, brindando las herramientas necesarias, destinadas en la mejora de la productividad y diversificación de sus actividades.
“Desde el Gobierno estamos trabajando en la creación de redes de apoyo y espacios de intercambio de conocimientos entre mujeres rurales, para fortalecer su participación en la toma de decisiones y fomentar la innovación en el sector”, expresó la ministra en su exposición.
En ese sentido, la ministra ratificó el compromiso de las autoridades del Perú de construir un sector agrario más justo y equitativo. “Trabajar juntos para construir una sociedad con los cuidados para garantizar un futuro mejor para nuestras mujeres productoras agrarias y rurales, y en el fortalecimiento de la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible en las Américas y el mundo”, concluyó la ministra.