El proyecto promueve el aprovechamiento de la energía para cocinar, iluminar y usos productivos. En este último caso, ha beneficiado a 8.250 familias, que recibieron tecnologías para aumentar la productividad de sus campos agrícolas.
Por: José Carlos León Carrasco
Lima, 15 de abril 2014 (Agraria.pe) A la fecha, el proyecto “Energía, Desarrollo y Vida” (Endev-Perú), que se inició en 2007, ha beneficiado a 180.456 familias de todo el Perú, brindando energía, informó la directora de dicho proyecto en nuestro país, Ana Moreno.
El programa Endev-Perú es ejecutado por la Cooperación Alemana e implementado por GIZ y su objetivo es facilitar el acceso sostenible a servicios energéticos básicos a poblaciones en zonas rurales. Está dividido en tres líneas: ¨energía para Cocinar en Hogares¨, ¨energía para iluminar¨ y ¨energía para usos productivos¨.
Según Moreno, hasta diciembre del 2013 la línea ¨Energía para Cocinar en Hogares¨ del programa benefició a 133.694 familias. Mediante cocinas mejoradas a leña, estas familias han disminuido considerablemente la emisión de humo favoreciendo la salud de las personas, señaló.
En tanto, la línea ¨energía para iluminar¨, enfocada en la implementación de instalaciones eléctricas seguras para iluminación, benefició a 38.512 familias, que pudieron –entre otras ventajas- acceder a las comunicaciones.
En lo que respecta a la línea ¨energía para usos productivos¨, esta benefició a 8.250 familias, a quienes se les otorgaron tecnologías que les permitieron aumentar la productividad de sus campos agrícolas.
Además de las familias, 3.652 instituciones sociales se beneficiaron con los servicios energéticos, puntualizó.
Energía para el agro
Sobre las energías para uso agrícola, Ana Moreno subrayó que se trabajó con el Programa de Compensaciones para la Competitividad (Agroideas) y la Universidad Esan en el desarrollo de planes de negocio (accediendo a fondos no reembolsables) y el uso de tecnologías adecuadas para cada producto y región. “Hasta la fecha, los beneficiados en esta línea de energía para usos productivos son productores ubicados en las regiones de Ancash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica, Ica, Junín, La Libertad, Madre de Dios, Moquegua, Puno, San Martín y Tacna¨, precisó.
En el proyecto participaron productores involucrados en distintas cadenas productivas. En Tacna se trabajó con los de palta, olivo, damasco, ají amarillo; en San Martín, con café y cacao; y en Ayacucho y Puno, con quinua.
Al respecto, destacó que los proyectos buscan modernizar los procesos de producción de pequeños emprendimientos agrícolas impulsando tres pilares: la tecnología, la asociatividad y la gestión comercial.
“El trabajo con asociaciones de productores agrícolas se prioriza por la eficiencia de un acceso colectivo a tecnologías de gran capacidad, que procesen la producción total de pequeños productores en un punto común de acopio. Estos lugares centralizados suelen contar con energía eléctrica, sin embargo, la mayoría de los productores carecen de esta en sus hogares. A su vez, estas asociaciones carecen de una gestión empresarial que permita un efectivo manejo energético de la producción, desde la elección de la tecnología o la fuente de energía, hasta la logística del acopio según la nueva capacidad productiva instalada¨, explicó.
Por último, apuntó que el sector agrícola puede generar su propia energía térmica mediante biodigestores, aprovechando la biomasa de sus residuos. Esta tecnología no sólo permite obtener energía, sino también el fertilizante orgánico conocido como biol, subrayó.
Para acceder a los beneficios del programa señaló que los productores deben estar formalizados y elaborar un plan de negocios que esboce la dinámica que conducirá al aumento competitivo, gracias a los incentivos del programa al cual están postulando.
