A pesar de los cobertizos instalados por el Minagri en diversas zonas del país, el impacto del clima sigue siendo mortal para cultivos y animales, especialmente la alpaca. Conveagro considera que no hay gente idónea gestionando este aspecto y que plan de pastos mejorados no funciona inmediatamente.
(Agraria.pe) Una de las ideas que más promovió el equipo de campaña de Peruanos por el Kambio durante la campaña presidencial fue que las heladas no sigan siendo tan mortíferas. José Manuel Hernández, hoy ministro de Agricultura y Riego, señalaba entonces que tratándose de un evento climático recurrente en nuestro país, era inaceptable que no se pudiera mitigar o prevenir.
Lamentablemente, un año después de iniciada la gestión del nuevo gobierno, la realidad señala que los esfuerzos no son suficientes.
De acuerdo a informaciones recientes del Instituto de Defensa Civil (INDECI), más de 36 mil personas han sido afectadas por las heladas en zonas altonadinas –a más de 3,500 msnm-, especialmente en Huancavelica, uno de los departamentos más pobres del país. No solo eso, sino que se han visto afectados 50 mil animales y siete hectáreas de cultivo en el distrito de San Pedro de Coris y 10 hectáreas de cobertura natural en los distritos de Paucarbamba y Churcampa. En otras zonas del mismo departamento, otras 26 hectáreas fueron diezmadas, así como 47 hectáreas de cobertura natural. Y todo esto en una sola región. ¿Por qué no se pudo prevenir?
Héctor Carrasco, presidente de la Convención Nacional Agraria (Conveagro), comentó para Agraria.pe que este es un panorama que se vive actualmente en todo el centro y sur del país y que resulta inaceptable que sea así pues no se trata de una eventualidad como el Niño Costero, sino de un hecho recurrente cada año.
“Las inclemencias climatológicas de las heladas se dan todos los años y siempre los hermanos alpaqueros o criadores defienden su actividad pecuaria en la parte altoandina. Conocedor de esto, el ministro José Hernández a través de sus especialistas ha levantado toda la información y elaborado un plan ganadero, pero el gran vacío es qué se ha hecho como política nacional en prevención de efectos de heladas. En mi opinión no hay sensibilidad con los productores alpaqueros”, sostuvo.
El dirigente apunta que se tenía que haber trabajado con anticipación en sembríos masivos, dosificación de vitaminas y coordinación con instituciones del estado como Senasa y gobiernos locales. Esto no se habría dado por la ausencia de una política de Estado, lo que lleva a que el Minagri actúe solo como “bombero” ante la emergencia.
Los cobertizos no son suficientes
Entre junio y julio pasado, el Minagri dio a conocer que estaba implementando 186 cobertizos a través del programa Agrorual en zonas de impacto de las heladas como Cusco, Huancavelica y Puno para proteger al ganado de las poblaciones que viven en esas zonas.
Sin embargo, esto no habría sido efectivo para casos como la alpaca, cuya crianza se da en campo abierto. Héctor Carrasco apunta al respecto que un cobertizo cobija un promedio de 20 a 30 animales y que no sirve la misma infraestructura para una oveja y una alpaca.
“No se trata simplemente de dar un espacio con techo de calamina, eso no funciona. Hemos planteado que se hagan estudios con universidades para que los conocedores indiquen cómo proteger de las heladas a las alpacas, no se trata de poner la misma estructura que se usa por ejemplo para las ovejas. Las alpacas no están en un solo lugar como el vacuno que se puede quedar en su mismo establo por años. Son criterios técnicos que no se están considerando porque el Minagri no tiene el personal adecuado para manejo ganadero”, refirió.
Pastos mejorados
El líder gremial manifestó además que en las alturas no existen pastos mejorados y que la política en ese sentido que ha promocionado el Estado no está siendo realista.
“En cuanto a los pastos mejorados el gran error es creer que se introducen de inmediato. El terreno se tiene que preparar dos o tres años antes dependiendo del terreno, el forraje de avena también, y el Ministerio habla como si el terreno ya estuviera listo. Lo que sí es positivo es las ganas de apoyar con pastos pero no lo están haciendo de una forma técnicamente viable y están sorprendiendo a la opinión pública”, estimó.
Con este panorama, el presidente de Conveagro considera que se ha perdido un año de gestión en el nuevo gobierno, aunque confía en que el segundo periodo sea mejor, algo muy necesario considerando los efectos que puede tener el cambio climático, que hará más inclemente el clima.
Finalmente, Carrasco ponderó que el ministro de Agricultura tiene voluntad pero está rodeado de funcionarios que solo conocen la realidad de manera académica y no saben cuáles son las condiciones de vida en las zonas altas donde hay que enfrentar las inclemencias del clima y nuevas enfermedades. “Hay que convocar a nuevas personas, especialistas de campo que puedan aportar en friaje para camélidos, que conozcan el ciclo de vida alpaquero”, pidió.