(Agraria.pe) El desarrollo de la agricultura peruana está impulsando positivamente las remuneraciones en el sector, no solo en los cargos directivos, sino, especialmente, para la mano de obra. Fernando Cillóniz, presidente de Inform@cción, sostuvo que es el caso de Ica, a donde llegan miles de jóvenes migrantes de otras regiones como Huancavelica, Ayacucho, Junín, y Puno, entre otras, porque encuentran mejores salarios que en sus lugares de origen.
Según el analista, el mismo fenómeno se está viendo en otros sectores como Chavimochiv, Piura y Olmos, lo que plantea un desafío para los empresarios tanto de la gran agroindustria como los medianos y pequeños.
“Esto incluye a la pequeña agricultura porque también contrata trabajadores para sus cosechas, siembras y algunas faenas, y tiene que competir con el mercado con remuneraciones al alza. Por eso defiendo el régimen laboral agrario, porque ha permitido la formalización de cientos de miles de trabajadores”, sostuvo.
Ante este panorama, lo que la industria debe hacer es capacitar a los trabajadores para que sean más productivos y así ganen ellos tanto como las empresas. De esta manera pueden seguir el ejemplo del sector minero, donde se gana mucho más porque el nivel de productividad y capacitación, además de apoyo tecnológico, es bastante alto.
Para ganar a esta mano de obra cada vez más escasa, las empresas agrarias están ofreciendo más beneficios como servicios de alimentación y hasta la construcción de viviendas para sus trabajadores, quienes pueden acceder a estas propiedades con créditos de mediano o largo plazo. De esta manera, es el mercado, más que la burocracia, quien está mejorando las condiciones de vida en el campo, argumentó Cillóniz.
Es además una estrategia para afrontar realidades como la migración de jóvenes del campo a la ciudad, lo que hoy más que nunca exige el apoyo de la mecanización y robotización.
“El mercado en ese sentido es transparente, el joven irá donde más le convenga. El pequeño productor tendrá que igualar o mejorar las remuneraciones de la gran industria. Al sector no le quedará otra que remunerar competitivamente con respecto a la ciudad. Es un circulo virtuoso para los trabajadores”, concluyó.