(Agraria.pe) En el 2023 la producción de papa de Perú alcanzó las 5.428.723 toneladas (5.450.000 toneladas en 2022), las cuales fueron sembradas en 19 regiones de nuestro país. Son 711.313 familias dedicadas al cultivo de papa en nuestro país.
Así lo señaló la Ing. Celfia Obregón Ramírez, directora ejecutiva del Centro de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica de la Papa y otros Cultivos Andinos (CITE Papa) y presidenta de Corporación Aders, quien destacó que Perú es el país originario del tubérculo, ya que en nuestro territorio se domesticó la primera papa que el ser humano comió (en Puno).
Detalló que en el 2023 la principal región productora de papa en términos de volumen fue Huánuco, con 765.771 toneladas, participando con el 14.1% del total, seguido de Ayacucho con 633.189 toneladas (11.6% del total), Puno con 596.114 toneladas, La Libertad con 589.758 toneladas, Cusco con 434.609 toneladas. Estas cinco regiones concentraron el 55.4% del volumen total producido en 2023.
Agregó que las regiones que menos volumen de papa produjeron el año anterior fueron Lambayeque con 2.519, Moquegua con 5.489 toneladas, Tacna con 8.632 toneladas.
En cuanto al área de papa en nuestro país, la especialista dijo que en el 2023 se cosecharon 313.606 hectáreas de dicho tubérculo (En el 2022 la superficie cosechada de papa fue de 330.790 hectáreas).
Las regiones con mayores áreas cosechadas de papa en el 2023 fueron Puno con 54.960 hectáreas, Huánuco con 42.736 ha, Ayacucho con 30.552 ha, Cusco con 29.156 ha, La Libertad con 26.550 ha.
Producción y consumo de papa viene creciendo en los últimos años
Celfia Obregón destacó que en los últimos años la producción nacional de papa viene creciendo. Al respecto, detalló que en el 2004 se producía menos de 3 millones de toneladas de dicho tubérculo, y hoy, 20 años después, esta cifra casi se ha duplicado, llegando a cerca de los 5.5 millones de toneladas.
En lo que respecta a consumo, el panorama es similar. Indicó que, en los años 70, el consumo per cápita era de 120 kilos, sin embargo, en la década de los 80 y 90 disminuyó de manera dramática debido al cambio de hábito de uso alimentario. “Más fideos y arroz hicieron que se reduzca el consumo de papa en nuestro país, tocando fondo en los años 90 cuando el consumo llegó a los 35 kilos por persona al año”.
Señaló que en el 2004 el consumo per cápita de papa en nuestro país era de 64 kilos por persona al año, sin embargo, el precio del producto estaba por los suelos). En el 2018 el consumo per cápita era de 92 kilos por persona al año.
“Actualmente, cruzando datos de producción, consumo y volumen de ingreso al Mercado Mayorista de Santa Anita, el consumo de papa en nuestro país está por encima de los 95 kilos persona al año”, manifestó.
La especialista dijo que cuando se deja de consumir un producto como la papa, de la cual contamos con una gran biodiversidad (más de 3.700 variedades), se deja de sembrar y se va extinguiendo.
“En el 2004, cuando se registraba precios bajos y muy bajo consumo per cápita de papa se buscó promover este cultivo, para eso se realizaron campañas de promoción, uno de ellos fue instaurar un día nacional para este tubérculo, que fue oficializado en el 2005 mediante Resolución Suprema Nº 009-2005-AG, donde se señala el 30 de mayo como Día Nacional de la Papa, la fecha fue establecida porque es la época cuando se realiza las mayores cosechas de papa en la sierra”, explicó.
La directora ejecutiva del CITE Papa apuntó que hoy se conmemora por vigésimo año consecutivo el “Día Nacional de la Papa”. Sin embargo, destacó que a pedido de Perú en diciembre del 2023, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró esa misma fecha como “Día Internacional de la Papa”, por lo que será la primera edición de esta celebración a nivel mundial.
“Como país hemos puesto a la papa en la agenda mundial, esto hay que resaltarlo. Se trata de un tributo a nuestros ancestros que domesticaron y conservaron este tubérculo y lo que hacemos es que este gran alimento no se extinga. Nuestra generación está poniendo su aporte para que esto continúe”, manifestó.
Perú próximo a ser el segundo principal productor de papa en América
Celfia Obregón señaló que Perú es el principal productor de papa de Latinoamérica y el tercero en el continente americano, después de Estados Unidos (20 millones de toneladas) y Canadá (6.2 millones de toneladas); sin embargo, dijo que cuando supere los 6 millones de toneladas (que se espera sea este o el próximo año, debido a la promoción del tubérculo por la declaratoria del Año Internacional) se posicionará en el segundo lugar desplazando a Canadá.
Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) nuestro país se ubica en el décimo cuarto lugar de producción de papa a nivel mundial, el cual es liderado por China con 95.5 millones de toneladas, India con 56.1 millones de toneladas, Ucrania con 20.9 millones de toneladas, Rusia con 18.8 millones de toneladas, Estados Unidos con 17.8 millones de toneladas, Alemania con 10 millones de toneladas, entre otros.
Visualización de la biodiversidad (papas nativas)
En otro momento, la presidenta de Aderss destacó que en las últimas dos décadas nuestro país viene trabajando en el rescate de la biodiversidad, dando visualización a las diversas variedades de este tubérculo (en Perú hay más de 3.700 variedades, además concentra el 90% de las papas silvestres).
Dijo que antes en el mercado sólo se encontraban 5 o 6 variedades de papa (entre ellas canchan, yungay, amarilla, negra), sin embargo, hoy ya se comercializan las papas nativas (Ccecorani, sangre de toro, huayro rojo, huayro macho, putis, leona, entre otras.) que ya cuentan con un volumen de producción interesante.
Al respecto, destacó el rol de los cocineros, quienes colaboraron mucho en dar a conocer estas papas de colores vistosos (pigmentadas) y propiedades nutricionales, introduciéndolas en las cartas de los restaurantes.
Industrialización de la papa
Asimismo, resaltó el trabajo que viene realizando la agroindustria relacionada a la papa, que en los últimos años viene desarrollando productos innovadores a base de papas nativas, principalmente en snacks y bebidas espirituosas; y que son destinados tanto al mercado nacional como a la exportación como es el caso de la Cooperativa Agropía (Huancavelica) con sus chips de papa nativa, y el vodka 14 Inkas, que ha recibido varias distinciones internacionalmente. A lo que se suma Pepsico con sus papas Lays, cuyo insumo principal es la papa peruana; el Grupo Ajé con su marca Tiyapuy y la empresa Inka Crops, con su marca inka Chips, ambos a base de papas nativas; así como el macerado cristalino Pischetto.
Sin embargo, dijo que también se está estudiando el uso de la papa en otras industrias como la de cosméticos y en el campo de la medicina. Al respecto, mencionó que existe una variedad de papa “Añil” (de cáscara y pulpa azul) que tiene un alto contenido de antioxidante, pero aún no está en el mercado. Destacó que los antioxidantes permiten reducir las enfermedades cardiovasculares, los tumores y las enfermedades neurodegenerativas.
“Aún falta dar el gran salto en darle valor agregado a la papa. Nosotros como país tenemos una ventaja por el tema agroclimático. Tenemos un invernadero natural que nos permite producir todo el año”, mencionó.
Destacó que en el mundo existen cuatro productos commodities procesados industriales a base de papa: Papa en tira prefrita congelada; fécula (almidón); copos o fleick (papa cocida y deshidratada); y harina de papa.
“Estos cuatro productos están en crecimiento. China es el primer productor mundial de papa (produce todo el año) sin embargo viene disminuyendo su consumo de papa fresca y se está incrementando todo lo procesado. El 60% del total de papa que produce China se consume en fresco y el resto en procesado (chip, papas en tiras)”, sostuvo.
“Perú es el país originario de la papa, somos el primer productor de papa en Latinoamérica, podemos producir papa en 19 regiones (el 95% se produce en la sierra), imagínate lo que podríamos hacer con una industria de papas en tiras (prefrita congelada), sólo para abastecer a nuestros vecinos en Latinoamérica y dejen de importar papa de Países Bajos, Alemania, Canadá, Estados Unidos”, añadió.
Además, dijo que nuestro país debe trabajar para exportar papa fresca, pero todavía hay barreras sanitarias a superar. Asimismo, otro negocio sería la de exportación de semillas. Sobre esto último, la especialista destacó que en el 2023 del total del área cosechada de papa en nuestro país, sólo el 0.2% se realizó con semilla certificada.
Detalló que si Perú cosechó 313.606 hectáreas de papa en 2023, sólo 627.2 hectáreas se realizaron con semilla de calidad. “En una hectárea se utiliza 1.200 kilos de semillas, es decir que se utilizaron 752.65 toneladas de semillas. Tenemos un 99.8% de demanda de semillas, esa es una oportunidad de negocio en el país”.
Aliado para combatir la anemia y desnutrición
En otro momento, Celfia Obregón se refirió a los altos porcentajes de micro y macronutrientes que contienen las papas nativas, y el papel que puede cumplir como aliado para combatir la anemia y desnutrición, flagelos que aquejan a nuestro país.
Detalló que la pigmentación, característica de las papas nativas, refleja la presencia de antioxidantes, macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) y micronutrientes (hierro, magnesio y zinc), básicos para combatir la anemia y desnutrición.
“Las papas nativas son cultivadas entre los 3 200 y 4 200 metros sobre el nivel del mar. Según los estudios, este alimento tiene mayor valor nutricional al concentrar hasta 30% de materia seca (alimento) en 100 gramos”, señala la especialista.
“Tenemos papas nativas amargas (para Chuño) que tienen mayor porcentaje de almidón que cualquier papa del planeta, además tiene mayor contenido de calcio. Establecer una industria de la fécula de almidón de papa nativa amarga ancestral significaría una lucha frontal contra la desnutrición, además desde el lado comercial tendría mucha rentabilidad ya que establecería el precio en el mercado”, finalizó.
Dato
. La papa es el tercer cultivo más importante a escala mundial después del trigo y el arroz, y uno de los alimentos que promueve la Organización de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud.
