07 febrero 2023 | 09:00 am Por: Redacción

Seguridad alimentaria

Insectos son nueva fuente de proteína sostenible

Insectos son nueva fuente de proteína sostenible
Comunidades alejadas pueden aprovechar terrenos infértiles y convertirse en productores de insectos, asegura Eduardo Lama, ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional Agraria La Molina.

(Agraria.pe) Eduardo Lama Segura es ingeniero agrónomo, egresado de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), y se hace llamar el Domador de Insectos. Su sueño es conquistar por aire, mar y tierra estos minúsculos organismos para ponerlos al servicio de la humanidad. Y su colonización avanza a pasos agigantados.

Nuestro emprendedor es chalaco de nacimiento y desde pequeño se dedicó a observar y analizar la vida de estos pequeños invertebrados.

“Desde niño salía con mi palito de madera y mi botella a recolectar insectos. Recogía arañas, gusanos y cucarachas, y me ponía a observar cómo se desenvolvían en un lugar fuera de su hábitat natural y me sorprendía su poder de adaptación”, afirma.

Experiencias
El 'domador' es hijo de padres contadores y es el segundo de cuatro hermanos. Al culminar el colegio, decidió seguir sus sueños y descartó cualquier profesión relacionada con el área administrativa. Él tenía otro objetivo de vida.

“Mi hermana mayor es ingeniera pesquera egresada también de la Universidad Nacional Agraria La Molina. La primera vez que la acompañé a su centro de estudios sentí que yo pertenecía ahí y que ese campus debía ser mi nueva casa. Ahí decidí mi futuro”.

Una vez en las aulas de esta importante universidad pública, Eduardo se dedicó a descubrir todos los beneficios que los insectos podrían generarle a la humanidad mediante la industria alimenticia, farmacéutica y hasta cosmética.

Es así como en 2015 el ingeniero Lama funda la empresa Ento Piruw, con la cual, apuesta por la investigación en fuentes de proteína alternas, y se enfocó en los insectos Hermetia illucens (mosca soldado negro), Tenebrio molitor (gusano de la harina), Gryllus sp (grillo), Dactylopius coccus (cochinilla del carmín), entre otros.

Ello, debido al elevado nivel nutricional, amplia diversidad de usos y porque su producción se encuentra alineada con los objetivos de desarrollo sostenible.

“Lo que quiero con este proyecto de vida es reivindicar a los insectos en la sociedad mundial. Por años, por décadas, por generaciones, la mala publicidad difundida en televisión, cine, literatura y demás artes generaron que la sociedad tenga repulsión hacia estos seres vivos, cuando son de vital importancia para la existencia y subsistencia de los humanos. Pocos saben del aporte que los insectos pueden dar en diferentes ámbitos de la industria y con mi proyecto lo que busco es revertir esta visión”.

Posteriormente, el ingeniero Lama y otros asociados crearon la primera marca peruana que utiliza proteína de insectos llamada Demolitor; y fijó un hito en la historia de la industria alimentaria peruana.

Luego de ello, ampliaron su catálogo a productos también libres de insectos con otras fuentes de proteína, como proteína de suero de leche, tarwi, proteína de hongos, proteína de algas, entre otros.

En la actualidad, las empresas de Eduardo cuentan con más de 40 productos que promueven el bienestar físico del ser humano. “El ingeniero Renzo Cateriano lidera la marca Demolitor y yo encabezo Piruw”, refiere.

Apoyo a comunidades
Paralelamente, además de distribuir sus productos, Eduardo está trasladando su conocimiento a comunidades alejadas de la selva a fin de que puedan impulsar la crianza de insectos en sus pequeñas parcelas con fines industriales.

“Les enseñamos cómo pueden aprovechar su terreno una o dos hectáreas para ser sostenibles en alimentación. Ellos a veces piensan que sus terrenos son infértiles, pero con tecnología y conocimiento pueden convertirse en productores de insectos para promover la seguridad alimentaria. En la actualidad, los puntos nodriza de experimentación, validación y producción de insectos se encuentran en el departamento de Lima y en la selva de Mazamari, tierra del bambú”.

Este proyecto de difusión de tecnologías le permitió ganar un reconocimiento del Massachusetts Institute of Technology, conocida como la mejor universidad del mundo.

“Con este reconocimiento se pudo capacitar a empresas, personas aficionadas, amas de casa y a más de 1.200 productores de peces (acuicultores), pollos (avicultores), ganado (vacuno), con lo que se logró la transferencia de conocimiento para resguardar la seguridad alimentaria”.

Esta labor también le permitió ganar el reconocimiento como Héroe de la Alimentación por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Fuente: Andina