(Agraria.pe) Cíclicamente, los fenómenos de El Niño Costero y El Niño Global ocasionan grandes impactos en la zona norte del Perú, con repercusiones en la población y en la economía. Por ello, desde el Instituto Geofísico del Perú (IGP) se está trabajando en el desarrollo de un modelo para pronosticar los efectos de este fenómeno, en especial los de carácter extremo como los que se presentaron en 1982-1983 o en 1997-1998.
Como explicó Ken Takahashi, director de la Subdirección de Ciencias de la Atmósfera e Hidrosfera del IGP, “una limitación para esto es que los modelos climáticos globales de pronóstico utilizados a nivel internacional tienen sesgos grandes para la región costera del Perú. Por otro lado, el desarrollo de modelos empíricos está limitado por los pocos registros que tenemos de este tipo de eventos”.
Por ello, el IGP está desarrollando un modelo de red neuronal que combina los datos de simulaciones de miles de años, realizadas con modelos globales alimentados con datos observacionales del último siglo, para pronosticar los eventos de El Niño extremo, detalló. El modelo, advirtió, está actualmente en evaluación, pero los resultados preliminares muestran que su desempeño es al menos similar al de los modelos globales, con una mínima fracción del costo computacional de estos.
Este modelo, “nos permite saber cuáles aspectos del clima reciente son los más relevantes para cada pronóstico, algo que no es posible con los modelos numéricos. Esa es información importante para la consideración de estos resultados por los expertos del Comité ENFEN en la elaboración del pronóstico oficial”, remarcó.
"El camino está trazado y los esfuerzos ya están encaminados a un mejor manejo de información para ayudar a la toma de decisiones políticas adecuadas y lograr un mejor nivel de prevención para minimizar el impacto de las lluvias torrenciales", comentó Ken Takahashi.
Fuente: computerweekly.com