Siembran más de 10.000 plantones de queñua con la participación de los productores del caserío de Chepra.
(Agraria.pe) Un total de 10.000 plantones de queñua fueron instalados en la microcuenca Tahuarmayo en el distrito de Santa Ana de Tusi, provincia de Daniel Alcides Carrión, como parte de la campaña nacional de forestación que lidera el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri).
Participaron más de 70 productores del caserío de Chepra, bajo el asesoramiento de AgroRural, a fin de fortalecer las acciones de protección de cultivos, animales y suelos frente a lluvias intensas, heladas y otros eventos adversos.
El director ejecutivo de Agro Rural, Angello Tangherlini, explicó que los macizos forestales son muy importantes en la regulación del ciclo hidrológico, previniendo la degradación del suelo y disminuyendo los efectos de las lluvias torrenciales, además de mejorar la humedad ambiental. “Con ello se estabiliza el terreno y se reduce el riesgo de deslizamiento de tierras que afectan los campos agrícolas”.
Animales protegidos
Tangherlini resaltó que con esta actividad forestal se mitigan las corrientes de aire que descienden a las zonas más bajas durante las heladas, protegiendo los cultivos y animales de las familias productoras propensas a ser afectadas por temperaturas extremas.
“Los plantones de queñua fueron producidos en el vivero comunal de este caserío y la supervisión estuvo a cargo de especialistas de la Dirección Zonal Pasco de Agro Rural. A su vez, se capacitó y brindó asistencia técnica a la población durante el traslado e instalación de los plantones”, precisó.
Trabajo integral
El trabajo de forestación forma parte de las actividades de tratamiento de cuencas, las que se complementan con la construcción de zanjas de infiltración y diques para retención de agua de lluvia, terrazas de formación lenta, rehabilitación de andenes, siembra de pastos, clausura de praderas, entre otros.
Fertilidad del suelo
Las plantaciones de queñua contribuyen con la mejora de fertilidad de los suelos cuando sus cortezas se desprenden de forma natural, se descompone y se convierte en abono orgánico en el terreno donde se encuentran.
Fuente: El Peruano
