(Agraria.pe) Si bien el precio de los alimentos ha aumentado en los últimos meses, primero por el ciclón Yaku y ahora por el fenómeno de El Niño, cabe señalar que la escasez de fertilizantes fue un factor inicial de este aumento, que ahora retoma su tendencia alcista.
“Hoy el saco de fertilizantes de 50 kilos está costando S/ 150, antes costaba S/ 65 y subirá más por las restricciones de nuestro principal proveedor, Rusia”, dijo Rosa Urbina, presidenta de la Cámara Peruana de Productores y Comercializadores de Fertilizantes Orgánicos (Capefo).
A principios del año pasado el gobierno de Pedro Castillo pidió a la FAO un análisis para saber si valía la pena invertir en una planta en Bayóvar, ya que allí se extrae la materia prima para los fertilizantes: el fosfato.
“Fueron los esfuerzos que hicimos en Conveagro para que Midagri se dedicara a esa tarea (realizar un estudio de factibilidad) y logramos firmar un convenio con las filiales de la FAO y el IICA para formar un equipo y completar dicho estudio”, recordó Andrés Luna Vargas, expresidente de Conveagro Piura.
Se tuvo acceso al informe de factibilidad, el cual fue presentado en septiembre de 2022, y encontró que en las conclusiones y recomendaciones finales del estudio se mencionaba que la planta no cubriría la demanda total del mercado nacional, por lo que sugirió que “la producción hacia otras categorías como los fertilizantes nitrogenados, que tienen gran demanda por las importaciones en la región; aprovechando los recursos energéticos del gas de Camisea”.
Ese mismo mes, el gobierno de Castillo creó una comisión multisectorial temporal para evaluar la propuesta de crear una planta de urea (fertilizante nitrogenado), luego el Midagri informaría que las plantas serían un tema integral, es decir, más allá de Bayóvar, ahora se estaba priorizando petroquímicos para transformar gas en fertilizantes; por tanto, Bayóvar dejó de ser una prioridad.
El cambio de gobierno terminó encaminándose hacia la planta del sur: Petroquímica. “Anuncio a todos los peruanos que haremos realidad el sueño de una empresa petroquímica con inversión privada en el sur del país, que produzca fertilizantes a bajo costo para nuestros agricultores”, dijo Dina Boluarte en su mensaje a la nación en julio pasado.
Bayóvar (Piura) es una de las zonas con mayores reservas de fosfato de América del Sur: 258 millones de metros métricos de roca fosfórica descubiertos en 1950.
En la Comisión Agraria del Congreso, se le preguntó a la ministra de Desarrollo Agrario y Riego (hoy exministra) sobre petroquímicos. Al respecto, indicó que “la presidenta ya lo mencionó; Se están haciendo arreglos para construir una planta petroquímica en el sur. Esto lo hará el Minem, en coordinación con el Midagri y se están haciendo coordinaciones para que se pueda acelerar toda esta planta, que sería un subproducto de la planta de gas”, respondió Nelly Paredes.
Sin embargo, lo que existe hasta ahora son sólo declaraciones de derecho. Maricruz Zeta Chunga, congresista de Fuerza Popular e impulsora de la ley que declara de interés nacional la creación de una planta de fertilizantes de roca fosfatada, señaló que el gobierno no ha tenido la voluntad de realizar estudios técnicos para la creación de la planta.
“A la fecha no existe implementación para realizar los estudios técnicos correspondientes”. También dijo que “lo único que falta es la voluntad de los actores técnicos del Ejecutivo para asignar los presupuestos necesarios y comenzar a desarrollar su viabilidad”.
Demanda según tipo de fertilizante
Construir una planta lleva tiempo. Para Urbina, presidente de Capefo, es muy difícil tener una planta en Bayóvar en el corto plazo, ya que su construcción demoraría casi 10 años, y la urgencia de tener fertilizantes producidos en el país exige una solución en el menor tiempo posible.
En su momento, Sady Garay Bendezú, profesora titular de la Universidad Agraria de La Molina, dijo que la agricultura peruana necesita más nitrógeno. Y de los 1.2 millones de toneladas de fertilizante que requiere el país, el 43% es nitrógeno y sólo el 18% es fosfato.
“Es importante comenzar con la construcción de una planta como Bayóvar, pero hay que tener en cuenta que la agricultura peruana necesita más nitrógeno, lo que requiere de dos insumos fundamentales para su producción: aire y energía, que puede ser petróleo o gas. Este último lo tenemos, pero tenemos que llevarlo por ductos a lo largo de la costa porque es donde hay mayor consumo de fertilizantes nitrogenados”, mencionó.
Precisamente, la petroquímica es viable porque su infraestructura está parcialmente terminada: el gasoducto en Ica. Gustavo Navarro, exdirector de la Dirección de Hidrocarburos del Minem, comentó que la petroquímica es más viable porque en Perú hay un gasoducto que puede transportar el gas a la planta y allí procesarlo y convertirlo en fertilizante.
“Tener la planta petroquímica en Marcona (Ica) sería bastante rápido porque hay un oleoducto que va hasta allí. Hay gas disponible y una demanda importante en el país”, afirmó el exdirector de Hidrocarburos del Minem. Actualmente la distribución de gas natural en Ica tiene como concesionaria a Contugas.
¿Cómo va el avance de la Petroquímica en el Sur?
A la fecha, Minen informó que la licitación de Petroquímica estaría lista antes de fin de año. Son tres las empresas que han mostrado su interés, aún no formalmente, en cuanto a su construcción. Estos son: Enaex (Chile), Orica (Australia) y Humboldt (Perú).
La inversión en las plantas sería cercana a los US$ 3.000 millones y producirían urea y explosivos en su primera etapa, estos últimos para minería. Aunque el Minem aclaró que el lugar y el mercado lo deciden los inversionistas.
“Los inversores deciden a dónde van y qué producen, pero las mejores opciones son la urea, que tiene muy buen precio y una demanda muy importante, así como el nitrato de amonio para explosivos”, explicó Navarro.
Respecto a la ubicación, sostuvo que el Minem había mencionado recientemente que los inversionistas están interesados en construir la planta en Marcona, ya que es más inmediata por el gasoducto.
Sin embargo, lo que haría falta para construir la planta petroquímica sería conseguir los permisos, ya que en nuestro país lleva demasiado tiempo.
“Hay que hacer una serie de estudios previos y conseguir permisos, eso normalmente demora casi dos años y otros dos años para la construcción. Entonces el desafío es acelerar los permisos”, explicó.
Fuente: Gestión
