(Agraria.pe) Las exportaciones de cebolla peruana han podido revertir la tendencia negativa que se dio a inicios del año. Los altos precios presentados en el mercado internacional, debido a una escasez generalizada, han sido correctamente aprovechados por los exportadores peruanos que han priorizado el mercado internacional.
Debido a ello, se ha revertido los resultados negativos obtenidos en el primer trimestre de 2023. De enero a julio del presente año, Perú despachó 88.276 toneladas de cebolla por US$ 32 millones, registrando un crecimiento de 3% en volumen y 12% en valor frente a lo alcanzado en igual periodo de 2022. Con respecto al precio, este se estableció en un promedio de US$ 0.37 por kilogramo, 9% mayor al periodo anterior.
El precio ha resultado especialmente alto en los últimos dos meses, llegando en julio a un promedio de US$ 0.46 por kilogramo, 27% mayor al año anterior. La razón del mayor coste es el desabastecimiento mundial, debido principalmente a las decisiones de plantación del año pasado, pues la rentabilidad de la cebolla no fue la mejor para las principales naciones productoras. Y esto por la falta de fertilizantes a nivel mundial que impactó en sus precios y disponibilidad.
En el caso peruano, la situación se agravó especialmente por los fallidos intentos de compra de fertilizantes en momentos críticos para el cultivo de cebolla durante la anterior administración. Lo que se ha logrado producir este año ha sido especialmente direccionado hacia la exportación, generando gran escasez y subidas de precio exorbitantes en el mercado interno.
Otra tendencia que se ha revertido en estos dos últimos meses fueron los destinos de las exportaciones. En el primer trimestre, la mayoría de los envíos fueron direccionados hacia países de la región (Colombia y Chile). Sin embargo, se ha apreciado un fuerte viraje al mercado estadounidense en segundo trimestre, con casi el 90% de participación en el último mes. Esto gracias a la alta demanda poco satisfecha en esta plaza.
Fuente: Fresh Fruit