(Agraria.pe) En el 2022, Ecuador Exportó 14.4 millones de cajas de mango (de 4 kilos cada caja), lo que representó un aumento de 4% frente a lo despachado en 2021
Bernardo Malo, director de Fundación Mango, explicó que este aumento responde a una mejora de productividad de las plantaciones que ya existen. Sin embargo, el valor de los despachos no ha seguido la misma tendencia positiva.
“Las 14.4 millones de cajas vendidas el año pasado alcanzaron ventas que sumaron unos $ 45 millones, pero eso es mucho menos de los más de $ 60 millones que el sector lograba facturar años atrás, logrando volúmenes similares”, dijo Malo.
Y es que al incremento de los costos –cabe recordar que en algunas rutas las tarifas aumentaron entre un 35 y 40% respecto a años anteriores– hay que sumar un problema que año a año se agudiza, alerta Malo: La pérdida de rentabilidad en el mercado norteamericano, hacia donde se dirige el 95% de la oferta exportable, pero un $ 0.27 más caras que el resto de países competidores.
Desde el pasado 31 de diciembre del 2020, cerca de 300 productos ecuatorianos perdieron preferencias arancelarias en ese mercado; y entre ellos se encontraba el mango. Pero si ese mercado norteamericano ha perdido réditos con los años, ¿por qué los exportadores siguen dependiendo de él y no buscan otros destinos?
Los actores de este sector explican que hallar otros compradores sigue resultando complicado, porque las variedades que se cultivan en suelo ecuatoriano, principalmente la Tommy Atkins, es la que consume Estados Unidos. Otro motivo, según se apunta, son las limitaciones logísticas. Países competidores como Brasil pueden llegar a Europa en un período de hasta 9 días, mientras que Ecuador lo hace entre 18 y 20 días.
El sector aún conserva la esperanza de una renovación del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), aunque la pregunta, dice Malo, es cuánto más la industria pueda aguantar. “Nunca el SGP ha fenecido por un período tan largo, siempre ha sido dos, tres, cuatro meses, pero no más. Mientras más tiempo transcurre la esperanza se vuelve más débil y aumenta el riesgo de que muchos negocios y emprendimientos no puedan seguir vivos, lo que generará una reducción de oferta, mas no de una menor concentración hacia el mercado americano, porque eso ya depende de un tema de variedades y logística”.
Fuente: expreso.ec