(Agraria.pe) La exportación de mango de la última campaña se redujo drásticamente en un 68 % debido a las altas temperaturas que afectaron la floración de la planta. El Servicio para el Desarrollo Integral Rural (SEDIR), informó que en el primer trimestre de 2024 las exportaciones llegaron a 65 366 toneladas con un valor superior a 188 640 dólares. La cifra representa apenas el 32 % de las 200 470 toneladas de mango que se vendieron al exterior en 2023.
Hay que tener en cuenta que el clima adverso adelantó la maduración de la fruta y la cosecha terminó en las primeras semanas de marzo.
Según información de Adex Data Trade, procesada por SEDIR, institución que capacita y brinda soporte técnico a pequeños productores en Áncash, en la última campaña Piura exportó 41 190 toneladas con un valor de 113 742 dólares, luego está Áncash con 16 818 toneladas por un precio de 57 366 dólares, y Lambayeque con 6 754 toneladas con un valor de 15 598 dólares.
Compradores
Países Bajos es el mayor comprador de mango peruano con 28 846 toneladas, le siguen Estados Unidos con 19 294 toneladas, Reino Unido con 4 700 toneladas, España con 3 748 toneladas, Canadá con 1 774 toneladas, Corea del Sur con 1 571 toneladas, Francia con 1 282 toneladas, Chile con 1 198 toneladas y otros países con 2 950 toneladas en la última campaña.
Si bien la producción de mango se redujo, la falta de producto benefició a los agricultores que lograron tener fruta, pues el precio del kilo en chacra del mango kent que se exporta vía aérea llegó a los S/ 10. Mientras que el kilo de mango que se exporta vía marítima llegó a los S/ 7.
El 2024 se presenta con un clima frío y favorece la floración de la planta para tener más fruta en la nueva campaña, aunque ya con un menor precio.
Los productores que podaron sus plantas, entre febrero y marzo, y actualmente cuentan con brotes tiernos en formación, deben mantener el riego para la maduración lenta de los brotes y florear en agosto o setiembre para botar solo un porcentaje de flores para demorar la cosecha. La idea de este procedimiento, en el caso de Moro y el valle de Nepeña, es retrasar la producción para cosechar aproximadamente en abril y no chocar con la cosecha de Casma para tener un precio más atractivo.