(Agraria.pe) La Oficina de Estudios y Políticas Agrarias de Chile (ODEPA) informó que durante el año 2023 se registró un total de exportaciones de frutas chilenas de 3.2 millones de toneladas, correspondiente a US$ 8.021 millones FOB.
En esa línea, la industria frutícola de Chile destaca en la exportación de cerezas, uva de mesa, arándanos y nueces en el sector frutas frescas. En el caso de los frutos secos, y procesados, destacan los envíos de manzana, uva y ciruela deshidratada.
Para conocer el trabajo de ProChile y la estrategia para la industria frutícola en los diferentes mercados, la directora nacional de dicha institución, Lorena Sepúlveda, especificó los desafíos que enfrenta el sector y el rol del trabajo mancomunado entre el sector público – privado.
¿A su juicio cuáles son los principales desafíos que enfrenta la fruta de exportación para poder potenciar nuevos mercados?
Como país exportador de frutas, un desafío relevante es mejorar nuestra competitividad frente a la competencia que suponen otros países. Frente a eso, ProChile trabaja estrechamente con el sector privado para desarrollar acciones que permitan fortalecer el liderazgo del país y aumentar las exportaciones de fruta fresca. Esto va de la mano del objetivo que nos hemos puesto como institución de diversificar la canasta exportadora nacional y, al mismo tiempo, los mercados a los que llegamos; para eso, nuestra fruta fresca es un pilar fundamental.
¿Comente en qué nuevos mercados están trabajando para que Chile pueda exportar fruta?
En coordinación con el sector privado, estamos intentando que en China, que es el principal importador de nuestra fruta fresca, los productos chilenos penetren hacia las ciudades del interior del país, aquellas consideradas tier 3, 4 o 5.
En ese sentido, es importante que a inicios de este año se haya inaugurado la ruta "Cherry Express", que es directa desde el puerto de San Antonio al de Tianjing, estratégico por su cercanía a Beijing, para nuestras cerezas, que ahora podrían llegar mucho más rápidamente a la capital y a ciudades cercanas. Eso fue posible en parte gracias a ChileWeek China, organizada por ProChile y la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales, y a las gestiones de Frutas de Chile.
Además de aumentar el consumo de las cerezas, queremos impulsar otras frutas como carozos, uvas, arándanos y cítricos. En mercados más nuevos, como Corea del Sur, India o Vietnam, estamos trabajando junto al sector privado para acelerar la penetración de nuestros productos. También vemos posibilidades de crecimiento en Indonesia, Japón, Colombia, Brasil, Ecuador y México, así como oportunidades de reposicionarnos en Estados Unidos.
¿Tienen proyectado abrir una nueva oficina en un mercado de relevancia?
ProChile cuenta actualmente con una red amplia de más de 50 oficinas comerciales en mercados estratégicos, que trabajan para ampliar las áreas geográficas a las que llegan los productos y servicios chilenos.
Ahora bien, es relevante para el sector de la fruta fresca que el Ministerio de Agricultura haya anunciado la apertura de una agregaduría agrícola en Vietnam, lo que permitirá reforzar el trabajo que ya hacemos en pro del acceso sanitario y fitosanitario de nuestros productos a ese mercado. El año pasado, Vietnam importó US$ 14 millones de fruta fresca desde Chile, que implica un aumento de casi 35% en comparación con el año anterior.
¿Cómo definen la fruta chilena en los diferentes mercados?
Siempre de la mano de las empresas y el apoyo de nuestra institución, Chile ha logrado posicionar la fruta chilena como sinónimo de calidad y sabor en los mercados internacionales, con atributos como inocuidad, trazabilidad, sustentabilidad y seguridad alimentaria.
Gracias al sólido trabajo que hace el SAG y las barreras sanitarias que tiene el país, nuestros alimentos cumplen exigentes normas y certificaciones internacionales. Adicionalmente, algunas características que suelen asociarse con la fruta chilena incluyen su calidad y frescura, dadas las condiciones climáticas favorables y diversas geografías que permiten la producción de frutas frescas durante todo el año; la variedad de frutas de exportación, sabor y dulzura, altos estándares de producción y exportación, con la implementación de buenas prácticas agrícolas y estrictos controles de calidad, además de cumplir con estándares de sostenibilidad tan exigentes como los que tiene la Unión Europea.
Ahora bien, las percepciones pueden cambiar con el tiempo y pueden variar en diferentes regiones: por eso, factores como la competencia en el mercado, las prácticas agrícolas sostenibles y la respuesta del consumidor pueden influir en la forma en que se define y percibe la fruta chilena en los mercados internacionales.
¿Desde el área privada, qué debería de hacer la industria para fortalecer el trabajo público y privado en pro de la fruticultura chilena?
Hasta ahora, el trabajo articulado entre el sector privado y el sector público ha traído buenos resultados, y debemos seguir avanzando colaborativamente para impulsar la investigación y desarrollo, mejorar la logística y desarrollar negociaciones para ingresar a nuevos mercados.
Esto último es muy relevante, en el sentido de diversificar los mercados a los que llega la fruta chilena, que es algo prioritario para ProChile en sus 50 años de existencia, siempre de la mano del sector privado.
Como institución, colaboramos para que las empresas estén presentes en ferias internacionales relevantes, como Fruit Logistica en Alemania a inicios de febrero, o la participación en ruedas de negocios, como la que ocurrirá en marzo con la participación de Fedefruta.
Asimismo, de la mano de las empresas, estamos implementando el proyecto Cherries from Chile, que ya ha demostrado resultados en China, el principal consumidor de nuestras cerezas en el mundo y un mercado muy relevante en esta estrategia. A eso se suman una serie de iniciativas de financiamiento, promoción, actividades, capacitaciones y otras que impulsa ProChile, en coordinación con las empresas.
¿Cuáles son las principales frutas chilenas que tienen potencial de crecimiento de exportación los próximos años?
Varias frutas chilenas han experimentado un crecimiento constante en las exportaciones y se espera que continúen siendo destacadas en los próximos años. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las tendencias pueden cambiar y que factores como las condiciones climáticas, la demanda del mercado, las regulaciones comerciales, el comportamiento de nuestros competidores, así como, la situación internacional, pueden influir en el panorama de exportación.
Además de las cerezas, que pese a las contingencias tuvieron una disminución de menos de 4% en su volumen de exportación en 2023, ha aumentado la exportación de kiwis, mandarinas y paltas. Las manzanas, peras y uvas experimentaron bajas en su volumen de exportación, pero siguen teniendo potencial de crecimiento, dadas las buenas condiciones que tiene nuestro país para su producción y la alta calidad de las frutas.
Fuente: Portal Frutícola