25 julio 2021 | 09:51 am Por: Redacción

Transferencia MIDAGRI

Existen numerosos y grandes retos, pero también grandes oportunidades

Existen numerosos y grandes retos, pero también grandes oportunidades
Agraria.pe conversó con el economista Andrés Alencastre Calderón quien es el responsable del proceso de transferencia en el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego en representación del nuevo gobierno de Pedro Castillo.

Señor Alencastre, siendo usted un experto en planificación, ¿cómo evalúa los actuales ejes de política agraria del MIDAGRI?

En la actualidad, la política agraria es parte del sistema nacional de planificación liderado por CEPLAN que aterriza en objetivos estratégicos sectoriales; luego, el PEI ha definido horizontes de ejecución para ciclos de tres años; revisando los ejes de política agraria, encontramos que guardan una propia coherencia porque son bastante generales y no limitan la ejecución.

Lo que sí amerita reestructurarse es la metodología de intervención; por ejemplo, hay mucho espacio para que el MIDAGRI se convierta en el gran articulador del desarrollo rural, convocando la intervención multisectorial del Estado en un enfoque de desarrollo territorial desde la escala local.

Luego, tenemos ausencia de una intervención contundente; el ministerio se pierde en intervenciones pequeñas, dispersas e inconexas, inclusive haciendo competir a sus propios organismos ejecutores entre ellos y con los gobiernos regionales.

Tampoco existe una rectoría clara y eficaz para generar sinergias de intervención con los gobiernos regionales y municipales y mucho menos con las dinámicas de las poblaciones locales; pues carecemos de mecanismos eficaces para articular la inversión pública y privada en todos los niveles

¿Cuáles cree usted que deben ser las prioridades del MIDAGRI para los próximos cinco años en cuanto a proyectos, programas y normas?

Creemos que los retos son muchos y muy grandes, pero también lo son las oportunidades. Yo soy muy optimista en lo que se podría lograr, y de todo ello quiero resaltarle algunos puntos.

La segunda reforma agraria nosotros la entendemos como una revolución para alcanzar una verdadera competitividad territorial desde la pequeña agricultura y ganadería, de sus múltiples formas comunales de atender la megadiversidad productiva rural, sus formas culturales de resistencia y cohesión por tener vivas sus identidades y pertenencias de amor por la tierra y sus paisajes. Esta Revolución tiene que empezar, también, por resolver las fallas del mercado; por ejemplo, mercados imperfectos, mercados incompletos, ausencia de bienes públicos, externalidades negativas; y allí entre otras cosas, una mayor articulación del campo con la industria nacional; por ejemplo en leche, quesos, granos andinos, papa, cacao, frutas amazónicas, fibra y carne de alpaca, etc.

Pero también, los mercados de servicios como el financiero donde se requiere un producto crediticio a la medida y a la lógica del campo. Además, está el reto de la gestión social del agua, donde debemos mejorar enormemente en la institucionalidad público, privada y comunitaria para elevar la gobernanza de las cuencas y microcuencas. En la Amazonía también se tiene el reto de detener la deforestación, reconocer la importancia estratégica de las comunidades nativas y de promover una industria forestal sustentable.

Así, podría hablarle horas sobre nuestras propuestas para relanzar la investigación, desarrollo e innovación; de activar lo que le llaman la puesta en valor de los ecosistemas andinos, el relanzamiento de las cooperativas de servicios, del mejoramiento genético adaptativo en vacunos y ovinos, del sistema de información de siembras en tiempo real, del programa de compras públicas, del incentivo para cumplir con la titulación, del nuevo orden de institucionalidad descentralizada para el MIDAGRI en su relación con gobiernos regionales, mancomunidades municipales y localidades, para atender, desde ahora el futuro de nuestra industria alimentaria gastronómica, artesanía, expresiones culturales, paisajes y un largo etc.

¿Todo lo mencionado, no le suena ambicioso y difícil de lograr en los próximos cinco años?

Eso es cierto si asumiéramos que estos son los planes de una persona; pero, lo comentado son propuestas de todo un equipo, gente con buena experiencia que puede sumar muchísimo en la gestión y que nos puede permitir marcar el derrotero en los primeros 100 días del nuevo gobierno, sacando los dispositivos legales y ordenamientos internos para que, a partir de allí, equipos desconcentrados se dediquen a cumplir sus metas. El ministro tiene que ser el gran facilitador, impulsador y motivador del trabajo y no cargar labor operativa en los hombros porque hará muy poco. Lo importante aquí es saber armar equipos y darles la confianza y el respaldo necesario.

Usted también es conocido por su expertise en el tema del agua, ¿cómo será su relación con los usuarios de riego, va a reestructurar la ANA, habrá nueva ley de recursos hídricos?

Este es un tema bastante estratégico para el país y a su vez bastante político y algo tenso para los ministros de turno. Nosotros creemos que hay que reunir a los mejores especialistas del país, a los representantes de los usuarios y a la ANA para trabajar un nuevo marco de acuerdos para el aprovechamiento y sostenibilidad del agua en sus múltiples contextos; porque si algo está claro es que la institucionalidad es débil y está fallando, que no hay una efectiva gestión de las cuencas desde las microcuencas y que la eficiencia del uso del agua mejora muy lentamente; en ese marco haremos todo lo que se tenga que hacer para que los gobiernos regionales, municipalidades, sus mancomunidades y los pueblos y localidades tengan sus mapas hidrográficos como referente central en la toma de decisiones.

¿Cree que el presupuesto del MIDAGRI debe incrementarse?

El presidente Castillo siempre pone al agro en el mismo nivel de relevancia que la salud y la educación; y sin duda, estimamos que la propuesta de la segunda reforma agraria será contundente en cuanto a mejorar la calidad de vida de los productores agrarios y las poblaciones rurales; si para ello se debe incrementar el presupuesto del sector en 25%, 30% o 50%; pues, como peruanos tenemos que hacer el esfuerzo.

Nota

Andrés Alencastre Calderón es economista por la Universidad Nacional Agraria La Molina, tiene experiencia en planificación del desarrollo regional y local; gestión social y ambiental del agua con enfoque territorial y en cuencas.

 

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