Bloque busca que se utilice nueva tecnología desarrollada por una empresa estadounidense que reduciría la angustia del animal y le ocasionaría la muerte sin dolor.
(Agraria.pe) Cualquiera que haya visitado, o estado cerca de, un matadero de pollos puede saber la constante sensación a muerte que se siente en el ambiente. Las aves suelen estar hacinadas en espacios pequeños y se podría decir que ellas mismas presienten su inminente muerte al notar a sus compañeras siendo degolladas.
Por eso, la Unión Europea está buscando usar la tecnología para encontrar una manera más “humana” de sacrificar a los pollos. Su nombre es aturdimiento por baja presión atmosférica (LAPS) y fue desarrollado por la compañía estadounidense TechnoCatch. Si se aprueba podría mejorar la forma en que se matan 60 mil millones de aves para el consumo en el mundo cada año.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha recomendado que se apruebe su uso en la Unión Europea. En un informe publicado en diciembre, la EFSA dice que LAPS supera o iguala los sistemas existentes para la matanza humanitaria, debido a que reduce la angustia del animal y le proporciona una muerte indolora.
LAPS cuenta con el apoyo de varias organizaciones animalistas, como la Humane Slaughter Association. Si bien estos lamentan la matanza generalizada de animales, hacen campaña por los métodos más humanos mientras continúa la demanda de carne.
“(LAPS) tiene el potencial de mejorar significativamente el bienestar de los pollos de cría más allá de los sistemas utilizados en la actualidad”, dice Marc Cooper en la Real Sociedad Británica para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales.
La mayoría de los mataderos primero dejan inconscientes a los pollos, luego las degüellan para desangrarlos. Hay dos métodos principales para aturdir las aves: electrocutarlas en un baño de agua o gasearlas con dióxido de carbono. En ambos casos, es difícil garantizar que las aves estén completamente inconscientes.
En contraste, las aves sometidas a LAPS son colocadas en una cámara oscura y sellada para que se adormezcan. El aire se extrae durante cuatro minutos y medio, haciendo que los niveles de oxígeno caigan del 21% a menos de 5% causándoles una muerte cerebral. En este punto ya pasan a ser sacrificadas de manera convencional.
Durante los primeros 40 segundos, apenas reaccionan. De 50 a 70 segundos se desploman, como si fueran a dormir, es cuando pierden el conocimiento, sugieren los electroencefalogramas que fueron publicados en la revista Applied Animal Behaviour.
“Sabemos por otros trabajos que, si las aves tuvieran dolor o tuvieran miedo de estados en esta fase, se ‘despertarían’, pero no vemos esto en el EEG, proporcionando evidencia de que las aves no están sufriendo durante LAPS”, dice Dorothy McKeegan en la Universidad de Glasgow, Reino Unido, que ha evaluado la humanidad del método.
Para asegurarse de que las aves no estuvieran angustiadas, McKeegan dio algunas drogas para aliviar el dolor de los pollos para ver si sus EEG diferían antes de morir. No ocurrió. Las aves quedan inmóviles después de los 140 segundos. Sin embargo, se mantienen durante otros 2 minutos para asegurarse de que quedan aturdidos irreversiblemente antes de ser desangrados.
Como parte de la evaluación de la EFSA, 19 expertos en bienestar animal calificaron los tres métodos según su “humanidad”. Las puntuaciones más bajas fueron las mejores y LAPS obtuvo un puntaje de 3.5, contra 7 para gas y 10 para aturdimiento en baño de agua. Aun así, las pruebas comerciales son cruciales, dice Cooper. “El interrogante es siempre si lo que funciona bien en un laboratorio funciona bien en el mundo real”.
Un sistema LAPS ya se está utilizando en una planta avícola en Arkansas y algunas unidades móviles también operan en Alberta, Canadá. Pero la aprobación en Europa podría provocar la aceptación mundial, ya que sus estándares se consideran los más estrictos. “A nivel mundial, creo que LAPS tiene el potencial de tener un gran impacto en el bienestar de las aves de corral en la matanza”, dice McKeegan.
El sistema LAPS también serviría para aves más grandes como los pavos, y luego se examinará su efecto en los cerdos.
Aunque en términos estrictamente evolutivos los pollos, y demás animales de consumo, han logrado sobresalir sobre otras especies, las condiciones en las que viven son terribles. Por eso, para evitar seguir consumiendo carne en cantidades extremas, distintos laboratorios están trabajando en la fabricación de carne artificial. Como este que es auspiciado por Bill Gates.
Fuente: Agronoticias México