03 febrero 2022 | 08:57 am Por: Redacción

Señaló el director general de la FAO, QU Dongyu,

Es esencial revertir la degradación de los suelos para garantizar la seguridad alimentaria

Es esencial revertir la degradación de los suelos para garantizar la seguridad alimentaria
Hasta el 95 % de la producción mundial de alimentos depende del suelo. Sin embargo, las prácticas agrícolas no sostenibles, la sobreexplotación de los recursos naturales y el crecimiento demográfico están provocando un aumento de la presión. Una tercera parte de la tierra ya está degradada, y los expertos calculan que la erosión del suelo podría conllevar una reducción del 10 % en la producción de cultivos al 2050.

(Agraria.pe) Si queremos alimentar a una población mundial cada vez más numerosa, proteger la biodiversidad y ayudar a gestionar la crisis climática del planeta, es esencial revertir la degradación de los suelos, afirmó el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), QU Dongyu, durante una reunión de ministros de agricultura realizada en Berlín.

Señaló que hasta el 95 % de la producción mundial de alimentos depende del suelo, sin embargo, las prácticas agrícolas no sostenibles, la sobreexplotación de los recursos naturales y el crecimiento demográfico están provocando un aumento de la presión sobre nuestros suelos. “Una tercera parte de la tierra ya está degradada, y los expertos calculan que la erosión del suelo podría conllevar una reducción del 10 % en la producción de cultivos de aquí a 2050”.

Agregó que después de los océanos, el suelo es la principal reserva de carbono y contribuye de forma decisiva a la adaptación a la crisis climática y la mitigación de sus efectos. En todo el mundo, su degradación ya ha liberado hasta 78 gigatoneladas de carbono a la atmósfera (1 gigatonelada equivale a la masa de 10 000 portaaviones estadounidenses completamente cargados).

Según el mapa sobre el secuestro a escala mundial del carbono, los suelos podrían absorber hasta 2,05 petagramos de CO2 equivalente al año, de manera que compensarían hasta el 34 % de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de las tierras agrícolas. Los suelos también están llenos de vida, y se calcula que contienen hasta el 25 % de la biodiversidad mundial.

“El crecimiento demográfico mundial exige producir más alimentos nutritivos e inocuos, libres de contaminantes y de patógenos. Los países deben asumir compromisos más firmes con miras a la gestión sostenible de los suelos,” señaló el director general de la FAO.

Reversión de la degradación
La edición más reciente del informe de la FAO señala que el estado de los recursos de tierras y aguas del mundo para la alimentación y la agricultura ya nos ha avisado de la situación “límite” que atraviesan nuestros sistemas agrícolas, que constituyen una compleja red de relaciones entre la tierra, los suelos y el agua.

La erosión del suelo es la principal amenaza. Se calcula que, de aquí a 2050, podría provocar una caída del 10 % en la producción de cultivos y la pérdida de 75 000 millones de toneladas de suelo.

La contaminación del suelo también plantea dificultades. No conoce fronteras y pone en peligro los alimentos que comemos, el agua que bebemos y el aire que respiramos. El uso excesivo o inapropiado de productos agroquímicos es una de las causas del problema. La producción mundial anual de productos químicos industriales se ha duplicado desde principios del siglo XXI, hasta 2 300 millones de toneladas aproximadamente, y se espera que aumente un 85 % antes de que finalice la década.

Otro desafío es la salinización, que afecta a 160 millones de hectáreas de tierra de cultivo de todo el mundo y que cada año convierte 1.5 millones de hectáreas en tierra improductiva.

Por último, faltan datos fiables. Más del 55 % de los Miembros analizados de la Red mundial de laboratorios de suelos carecen de suficiente capacidad de análisis, en particular de recursos humanos, procedimientos de armonización y equipos.

En octubre, la FAO presentó el Mapa mundial de los suelos afectados por salinidad, un proyecto conjunto en el que participan 118 países y cientos de analistas de datos, que permite a los expertos determinar dónde se deberían adoptar prácticas de gestión sostenible de los suelos e informa a los responsables de las políticas sobre los proyectos de riego y adaptación al cambio climático que se están ejecutando.

Todo esto no es suficiente
Según el director general de la FAO, los países deben adquirir compromisos más firmes y los instrumentos disponibles, como las Directrices voluntarias para la gestión sostenible de los suelos, la Carta Mundial de los Suelos y el Código Internacional de conducta para el uso y manejo de fertilizantes, pueden brindar un impulso adicional.

También se debe dar prioridad al incremento de las inversiones, especialmente en aras de la adopción de prácticas de gestión sostenible de los suelos, y a la recarbonización de los suelos, así como a la seguridad de la tenencia de la tierra.

Fuente: Agro Perú Informa

 

Etiquetas: suelos
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