Especialista señala que conforme aumente la producción orgánica y el número de agricultores dedicados a esta, los precios al consumidor disminuirán. Pide que próximo gobierno implemente un plan nacional de agroecología y mercados orgánicos y ofrece una guía para el debate sobre los transgénicos.
(Agraria.pe) Un tema central en la estrategia alimentaria del país es cómo mejorar la dieta de los peruanos. No consiste ello solo en lanzar campañas para disminuir el consumo de comidas ‘chatarra’, sino en potenciar y poner al alcance del gran público los mismos productos sanos y ecológicos que colocamos en el extranjero, pero con precios a la medida de las posibilidades nuestras.
Para Roberto Ugás, líder del Programa de Hortalizas de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), la experiencia de 30 años indica que conforme aumenta la producción orgánica y el número de agricultores involucrados, las diferencias en precios se reducen. Apunta que si uno visita las ferias orgánicas de Lima, existen rubros como el de las hortalizas donde hay mayor abundancia y el precio es el mismo o incluso menor que las de agricultura convencional, dependiendo de la época.
“Pero cuando uno viaja al interior del Perú y ve ferias de productos orgánicos que ya tienen bastante años, encuentra que las diferencias son mínimas, incluso en productos procesados, porque son tratados para venta local. Entonces no estamos hablando de grandes cadenas de distribución. Lo que nos interesa es que se promuevan contactos más cercanos entre el productor y el consumidor, que es algo parecido a lo que está queriendo hacerse en el mercado gastronómico, que el producto sea de estación, producido localmente, que no haya recorrido grandes distancias ni sea sometido a procesamientos muy complejos”, explica el especialista.
Esto es particularmente relevante pues, complementa, el Perú es un país especialmente rico en producción agrícola y cuenta con agricultura orgánica en casi todas sus regiones. Por ello, la estrategia desde el Estado debe incluir no solo ferias de fin de semana sino tiendas dedicadas a productos orgánicos que incentiven la demanda. “Perú tiene bastante experiencia para que los productos orgánicos no sean necesariamente más caros. Una cosa es lo que sucede en Europa y Estados Unidos, donde sí son considerablemente más caros, y otra cosa es lo que sucede en Perú”.
Por toda esta evidencia, en la que destaca el movimiento agroecológico que tiene más de 20 años promoviendo esta producción –y donde se incluyen estudios del Estado que confirman que este esquema productivo causa un impacto positivo en la vida de la gente- el país debería estar en condiciones de promover un plan nacional de agroecología y mercados orgánicos. De acuerdo a Ugás, este esfuerzo debe enfocarse principalmente en las zonas rurales más pobres, porque la producción orgánica en mercados de cercanía tiene mucha mayor posibilidad de lograr mejoras sostenibles en la calidad de vida de la gente una vez que el Estado ya no esté invirtiendo en subsidios o en dar suplementos nutricionales.
Ecológico versus transgénico
Preguntado sobre si la agricultura transgénica y la orgánica pueden convivir tal como sucede en países como India y Argentina, el líder del Programa de Hortalizas de la UNALM, señala que esa es una decisión en la que hay que ver la problemática desde distintos ángulos, incluyendo los técnicos, económicos y políticos.
“No se puede tomar una decisión sobre los transgénicos únicamente desde el punto de vista agronómico o biológico, cuando hay consideraciones económicas y políticas. Es verdad, en la India y Argentina, que son grandes productores de alimentos orgánicos, también hay gran producción de alimentos transgénicos, pero muchas veces se trata de productos diferentes. Por ejemplo, Argentina es gran productor de maíz y soya, pero ellos no producen maíz ni soya orgánica; en cambio sí producen frutas, hortalizas y carnes orgánicas suficientemente aisladas”, establece.
Agrega que estas realidades indican que no hay problemas que haya zonas de productos transgénicos y otras de orgánicos, pero que la decisión debe sopesar lo que le conviene al Perú y allí es donde viene un punto de estrategia que debe aprovechar para diferenciarse.
“Si pensamos a futuro, al Perú me parece que le conviene posicionarse en el mundo como productor de alimentos orgánicos, que son escasos, antes que como productor de alimentos transgénicos, que son abundantes. No nos conviene competir con Argentina, China o India en producción transgénica, no tiene sentido, porque solo tenemos 3% de nuestra superficie cultivable. Pero sí podemos posicionarnos con productos en pequeñas cantidades, como quien entra a una joyería”, finaliza.
