(Agraria.pe) De enero a setiembre del 2022, las exportaciones peruanas de quinua sumaron 36.873 toneladas por un valor de US$ 72 millones, lo que representó una caída del 2% en volumen y una contracción de 8% en valor. Esto se debe al crecimiento de competidores más cercanos a los principales mercados y las dificultades para diferenciar el producto.
Perú es el mayor proveedor de quinua en el mundo. Sin embargo, debido al éxito de la quinua como un “super alimento”, en los últimos años surgieron nuevos productores que se han ido ganando un espacio y que amenazan con ser fuertes competidores en los principales destinos. Es más, Bolivia, que hasta hace un par de años amenazaba con pelearle el liderazgo al Perú, ya ha sentido el efecto de la nueva competencia y se ha visto desplazado por su menor productividad y rentabilidad.
En el caso del Perú, las áreas de cultivo de quinua son extensas. En el 2005, se reportaba cerca de 28.600 hectáreas en todo el Perú. Un año después, con la publicidad de los Superfoods, más que duplicaron para cerrar en 64.200 hectáreas. Sin embargo, fue un salto que no se repetiría. Hasta el 2020, tras 15 años, apenas se había elevado en 3.000 más para dar un total de 67.200 hectáreas. Luego, tras la pandemia y el incremento en la demanda de productos saludables, volvió a experimentar un salto. Se estima que para inicios del 2023 la intención de siembra alcanzará las 76.000 hectáreas. Sin embargo, la caída de los precios internacionales y el ingreso de nuevos competidores podrían frenar dichas intenciones.
Casi una década de precios a la baja
Los envíos de quinua experimentaron un gran despegue en el 2014. En aquel año se exportó cerca de 37.000 toneladas, con un crecimiento de más del 96% con respecto al periodo anterior. Este resultado se dio en el marco de un pico en los precios internacionales de la quinua, que alcanzaron los US$ 5.4 por kilogramo. Con ese volumen exportado, el Perú pudo desplazar a Bolivia como principal exportador del mundo. Y desde allí no dejarían de crecer los envíos peruanos hasta el 2017, incluso con precios a la baja. Durante esos tres años, el volumen se incrementó en 12.3% (promedio anual), mientras que el precio promedio se redujo a una media anual del 22.3%. Al cierre del 2017, se había alcanzado un récord en los envíos, con un total de 52.043 toneladas, pero con un valor menor al del 2014.
En el 2018, tras varios años perdiendo dinero, los envíos empezaron a reducirse e incluso se estancó la producción. Ello explica el poco aumento de las áreas productivas. Y con el estancamiento del Perú, Bolivia empezó a recuperar participación en los mercados clave y su producción empezó a aumentar, generando una mayor competencia a la quinua peruana. Pero no fue solo Bolivia, España empezó a producir para atender al mercado europeo y Canadá sembró para abastecer la demanda norteamericana. Ese año, el Perú envió 50.084 toneladas, 4% menos que en el 2017. Con respecto al precio, este apenas alcanzaba los US$ 2.4 por kilogramo, menos de la mitad a lo obtenido en el 2014. Y para el 2019, el resultado fue parecido. A pesar de que el coste aumentó ligeramente a US$ 2.7 por kilogramo, no fue suficiente para incentivar los envíos. Las exportaciones de quinua retrocedieron a 48.780 toneladas, 3% menos que el 2018.
En el inicio de la pandemia, la producción española de quinua sufrió varios problemas logísticos. Entre ellos la falta de lluvia en Andalucía, principal región exportadora de quinua de España, lo cual redujo la oferta disponible para todo el continente europeo. Esto dio un impulso a los envíos peruanos en esta región, y los despachos peruanos sumaron 51,000 toneladas el 2020, 5% mayor a lo enviado en el 2019. Sin embargo, el precio no tuvo la misma tendencia positiva. Debido a la priorización de productos menos exóticos y cotidianos, el precio recibido por la quinua disminuyó en un 11%, valorizándose en US$ 2.44 por kilogramo.
En el 2021 se obtuvo un resultado similar, esta vez fue la caída de la oferta boliviana y canadiense lo que permitió un aumento de los envíos peruanos, especialmente con destino a los Estados Unidos. Sin embargo, el precio continuó cediendo y llegó a los US$ 2.07 por kilogramo, 15% menos que en el 2020. En este año, el volumen de las exportaciones sumó 52,629 toneladas, 3% mayor que el año anterior.
Desafíos a nivel internacional
Hoy la crisis logística mundial determina gran parte de las decisiones de compra en los principales mercados del mundo. El aumento de los fletes ha provocado que los países decidan darles prioridad a los productores de mayor cercanía. Esto genera nuevos retos comerciales para los productos como la quinua, que no gozan de una rentabilidad muy grande.
En la región de Europa, el cultivo de quinua está creciendo en países como España y Francia debido a su fácil adaptación y buenos rendimientos. España cuenta actualmente con cerca de 7.000 hectáreas de quinua convirtiéndolo en el mayor productor de todo el continente. Esto generó una importante presión competitiva. En lo que va del año, se puede notar cómo los envíos peruanos han retrocedido en todo Europa en cerca de un 6%.
Con respecto a Norteamérica, Canadá se ha transformado en un importante productor global, solo siendo superado por el Perú y Bolivia. Su principal destino son los Estados Unidos, en donde ocupa casi el 10% de participación. Dicha amenaza, al igual que España en Europa, puede incrementar el desplazamiento del producto peruano debido a la cercanía con el principal consumidor del producto.
Esta nueva competencia y la caída de los precios ya afectó a la producción boliviana, que está en mínimos históricos. El país vecino redujo a casi la mitad sus envíos debido a la salida del mercado de varios productores. Otro de los factores clave para entender esta situación, es el problema de diferenciar el producto de la competencia. En los principales mercados del mundo, como los Estados Unidos y Europa, no se distinguen identidades, como quinua peruana o boliviana. Esto complica a los productores que ven perder paulatinamente posición ante países que no tienen la tradición histórica. Para conseguir esta diferenciación identitaria es necesaria la intervención de las autoridades. Ya existen solicitudes de comunidades productivas para que el Estado impulse la denominación de origen de algunas especies de quinua.
¿Y cómo va la campaña?
De enero a septiembre del 2022, los principales destinos de la quinua peruana fueron los Estados Unidos (34% de participación), Canadá (10%) y los Países Bajos (5%).
Las exportaciones hacia los Estados Unidos sumaron 11.020 toneladas por US$ 24 millones, 3% menos en volumen y 10% menos en valor en comparación a similar periodo el año pasado. En este mercado, el precio promedio fue de US$ 2.21 por kilogramo, 7% menor.
En cuanto a los envíos hacia Canadá, alcanzaron las 3.613 toneladas por US$ 7 millones, 5% más en volumen, pero con una caída del 8% en el valor. El precio que se pagó en esta plaza por la quinua peruana fue de US$ 1.91 por kilogramo, 8% menos.
Finalmente, los envíos hacia los Países Bajos fueron de 2.079 toneladas de quinua por US$ 4 millones, 15% menos en volumen y 20% menor en valor. El precio que se pagó en este destino durante el periodo analizado fue US$ 1.87 por kilogramo, 6% menos que el periodo anterior.
Fuente: Fresh Fruit