(Agraria.pe) La campaña de manzanas y peras australes (al sur) que está por finalizar se presentó más que complicada. En especial los envíos a ultramar sufrieron fuertes caídas. Todos los países, a excepción de Sudáfrica, exportaron menos que en años previos. A los menores volúmenes, se sumaron precios poco satisfactorios y el fuerte aumento de los costos. Este combo llevó a que los resultados económicos sean en general magros.
Unión Europea
Fue originalmente el principal destino, pero es el que en los últimos años más se retrajo. En los últimos 10 años los envíos de manzanas y peras al viejo continente se redujeron a la mitad. En el 2022 solo el 15% de las manzanas australes y el 23% de peras se dirigieron a Europa. En el 2013 aún era el 36 y 42% respectivamente.
Entre las razones de la caída del interés en las pomáceas australes están: la expansión de la producción local, mayores importaciones de Europa del Este, mejores métodos de conservación, vuelco hacia lo local y caída del consumo. En especial las manzanas están sufriendo esta evolución, siendo solo algunas variedades y categorías que actualmente son demandadas por los importadores europeos. La campaña 2022 siguió la tendencia de los años previos. Cuando la misma se inició quedaban importantes stocks. En especial la expansión de la Gala local, está reduciendo cada vez más las posibilidades para las australes. Tampoco hay gran interés por otras bicoloreadas y aún menos por las tradicionales. La única variedad que tiene cierto éxito es la Pink Lady. Arriban a Europa, cuando no quedan stocks locales y las cadenas las buscan para completar su programa. Este año la campaña se inició bien, pero pronto también sufrió bajo la apatía general y la caída del consumo que están caracterizando al mercado de las manzanas en Europa. A pesar que se envió menos de lo previsto, costó venderlas.
Las expectativas para las peras eran diferentes a las de las manzanas. Se pronosticó una muy buena campaña, ya que los stocks eran bajos ante la fuerte merma productiva en Italia. Se esperaba una finalización anticipada de la campaña de las Abate. Pero en febrero, con el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, el panorama cambió radicalmente. Los volúmenes de peras locales, originalmente destinadas a Rusia, fueron volcados a bajos precios al mercado europeo. Los países australes se enfrentaron a una competencia inesperada. Por otro lado los mayores envíos de Abate desde el hemisferio sur, no encontraron el eco esperado. Por lo cual la segunda parte de campaña fue sumamente complicada ante las bajas ventas y muy malos precios.
Rusia
Es normalmente un importante comprador, en especial de peras, adquiriendo el 20% de los envíos australes. En caso de las manzanas su importancia está decayendo ante la creciente competencia de la producción local y de sus países vecinos. En los últimos años solo el 5% de las manzanas australes se destinaron a Rusia. Con el estallido de la guerra la situación fue caótica, se interrumpieron los envíos. Luego con bastantes dificultades se logró superar los obstáculos, pero a pesar de esto los envíos fueron mucho menores a lo normal. En caso de las peras la exportación cayó un 30 a 40% con respecto a los años previos; en manzanas cayeron más del 60%. Todos los países australes fueron afectados, enviando bastante menos de lo habitual.
Estados Unidos
No es un gran comprador de manzanas y peras australes. Esto se debe a que posee una enorme producción nacional. Varios de los estados cuentan con una gran producción, dándose en los últimos años una expansión productiva y renovación varietal. A igual que en Europa mejoras en la conservación de la fruta, así como una tendencia del consumidor a preferir lo local, redujeron marcadamente las oportunidades de las manzanas y peras australes. Actualmente solo algunas variedades, calidades y las orgánicas son de interés para el comprador norteamericano.
La campaña se presentó relativamente normal. Los volúmenes de peras que se importaron fueron similares al promedio de los últimos años. En caso de las manzanas se continúa con la tendencia decreciente de las importaciones.
Asia
En los últimos años las pérdidas de mercado sufridas en Europa y Norteamérica fueron compensadas por el fuerte crecimiento que se registró en Asia. La mejora en el nivel de vida de los países de la región y el entusiasmo por la alimentación occidental, llevó a un fuerte aumento de las importaciones de manzanas y en menor medida también de peras australes. En los últimos 3 años el 20-22% de las manzanas exportadas por el hemisferio sur se dirigieron a Asia. Con esta participación superó la de Europa. En caso de las peras el vuelco a Asia es menos marcado, aunque también muestra una tendencia alcista. Actualmente el 5-6% del total exportado por los países del sur finaliza en los mercados asiáticos.
La pandemia afectó seriamente al comercio con Asia en el 2020, recuperándose en las campañas posteriores. Este año los volúmenes, tanto de manzanas, como peras, superaron a los del 2021 y aún más los del 2020. Dentro de Asia el mayor comprador es China; pero también el sudeste asiático resulta un destino muy atractivo. Acá se destacan Vietnam, Taiwán y Tailandia. En Asia Central son India y Bangladesh los crecientes mercados para las manzanas australes.
El principal proveedor austral es Nueva Zelanda que aporta la mitad de las manzanas que compra la región. Para Nueva Zelanda Asia pasó a ser su principal cliente. Hace 15 años enviaba el 70% a Europa, teniendo una total dependencia con el viejo continente, y solo 15% a Asia. Hoy la relación es muy diferente; 18% va a Europa y más del 50% a Asia. El cambio de destino incidió fuertemente sobre la composición varietal de las exportaciones. El éxito de la Gala, en gran parte se explica por la migración de las exportaciones a Asia. También el grupo de las Pacific, basa su expansión gracias a los mercados del Lejano Oriente.
El segundo proveedor es Sudáfrica que envía crecientes volúmenes de manzanas. A su vez es el principal proveedor de las peras australes. Chile y Brasil también participan de este comercio. Pero este año los elevados costos de transporte se hicieron sentir. Ante la mayor incidencia del costo logístico ambos países redujeron sus envíos con respecto a otros años.
Latinomérica
Los mayores costos de los envíos a ultramar y la caída de interés de los compradores del norte, llevó a revalorizar los destinos latinoamericanos. Esta tendencia ya se venía dando en los últimos años, pero se acentuó en la actual campaña. Argentina pudo mantener sus envíos, mientras que Chile logró incrementarlos nuevamente.
Los países que importan los mayores volúmenes de pomáceas son en primer lugar Brasil, seguido inmediatamente por Colombia y luego Ecuador. Otros destinos son Perú, Paraguay, Bolivia, México y en menor medida los países centroamericanos.
Fuente: Topinfo