(Agraria.pe) Las empresas miembros de la Asociación de Gremios Agrarios Productores del Perú (AGAP), ubicadas en La Libertad e Ica, suspendieron temporalmente sus operaciones por la escalada de violencia desatada en dichas regiones, a fin de proteger la vida e integridad de sus trabajadores.
Esta paralización se mantendrá hasta que se restablezca el Estado de Derecho y sea seguro volver a trabajar ya que, según indican, hoy la violencia no los deja trabajar. “Una turba de manifestantes -muchos no son trabajadores agrarios- toman por asalto las carreteras, incendian ambulancias, hieren policías, destruyen instalaciones de empresas agrícolas e impiden el libre tránsito y derecho al trabajo que tienen todos y cada uno de los peruanos”.
El gremio señaló que la decisión tomada en favor de la vida de sus trabajadores, lamentablemente significa pérdidas para el sector y el país. Detalló que por un solo día que se paran las operaciones en ambas regiones, 100 mil trabajadores pierden sus ingresos, lo que pone en riesgo el sustento de igual número de familias en medio de la situación de crisis económica y sanitaria por la que atraviesa la nación. Esto, además, repercutirá en las decenas de miles de empleos indirectos que dependen de la continuidad de las actividades agroindustriales.
“Invocamos a la paz social y el diálogo en el país, así como al restablecimiento del orden público, la seguridad y el libre tránsito en las regiones de La Libertad e Ica. Hacemos un llamado al Gobierno y al Congreso de la República a no comprometer el futuro del país ante la violencia de unos pocos, y a trabajar en una nueva ley agraria que asegure una mejora en la calidad de vida del trabajador dependiente del agro, la sostenibilidad de la agroindustria formal y que permita generar más empleos formales para los trabajadores y trabajadoras del campo en el país”, comentó.
Las empresas agroindustriales, miembros de AGAP, reiteraron su pedido a “no ceder a la presión de la minoría que, con actos de violencia, deslegitima el derecho a la protesta, así como también deslegitima el pedido de muchos trabajadores del campo que han visto vulnerados sus derechos laborales durante muchos años por culpa de empresas tramposas”.
