(Agraria.pe) El caqui empieza a verse con cada vez más frecuencia en los puertos peruanos. Las cerca de 300 hectáreas plantadas con este fruto en el país han empezado ya la etapa de producir para los mercados internacionales. “Hace dos años empezamos con este negocio que tiene sus retos», dice Eugenio Oliveira, gerente general del Consorcio de Productores de Fruta (CPF), una empresa conformada por 70 productores y que se han agrupado para exportar distintas especies de frutas. «Siempre en los primeros años hay que tener cautela, pero vamos bien”, agrega.
CPF hizo sus primeros envíos en 2021, con 15 contenedores de los socios del consorcio, en una cosecha que va entre marzo y abril. La cifra de 2022 subió a cerca de 50 contenedores, la cual debiera repetirse en este 2023. Actualmente, como grupo empresarial, el consorcio lidera las exportaciones de este fruto también conocido como “palosanto” y que busca aprovechar la oportunidad de exportar en contraestación con la producción de España (marzo a junio), el principal productor del hemisferio norte.
No obstante, la mayor distancia con los consumidores es el desafío mayor. “Cuando estás lejos del mercado hay que dominar que el producto viaje bien en el contenedor y tenga éxito en destino para que pueda ser vendido”, dice.
El mayor lote va al mercado europeo, aunque también han llegado con fruta a supermercados o traders del Asia y Canadá.
De acuerdo a Luis José Montgomery, subgerente del departamento de innovación de Camposol, deben existir al menos entre 250 y 350 hectáreas ya instaladas en el Perú, en su mayoría a cargo de pequeños y medianos productores.
Oliveira, de CFP, explica que este año esperan evaluar con claridad cómo camina este negocio, pues ha sido difícil determinarlo con las distorsiones registradas producto de las alzas de servicios e insumos, como el de los fletes de las navieras.
“Como son volúmenes pequeños todavía el tema está afianzándose. Ocurre que partimos de un año que estaba totalmente sesgado por el tema de costos. Esto distorsiona absolutamente todo el plan de negocio”, dice. “Con los costos de 2022, lógicamente, no fue una gran campaña”, sostiene.
Por ello, apunta que estarán este año concentrados en producir fruta con la calidad que el cliente pide, llegar bien a destino y determinar el tema de los reales costos de exportación y retornos.
Fuente: Redagrícola