La exportación peruana de cítricos está comandada por la mandarina, donde destacan las variedades Satsuma y W. Murcott. El tangelo Mineola ha decaído en producción pero se estima que logre estabilizarse. En tanto, los limones van en auge. El HLB se cierne como una preocupación constante.
(Agraria.pe) El comercio internacional de cítricos empezó para el Perú en los años noventa, con el reflejo de lo que lograban por entonces solo los espárragos y los mangos. Hoy, con una canasta agroexportadora variada, los cítricos brillan con luz propia, con especial protagonismo de la mandarina. Sergio del Castillo, gerente general de ProCitrus, lo resalta: “Básicamente estamos orientados a las exportaciones de mandarinas. Tenemos producción de naranjas, limones o limas ácidas, pero nos conocen en el mundo por haber entrado en las grandes ligas con las mandarinas en sus diversas variedades”.
De hecho, recordó que las mandarinas, después de los arándanos, es el cultivo de comportamiento más dinámico en el último año, lo que se demuestra en la variación de 58.2% que hubo entre 2018 y 2017. Además, hay índices importantes en el rubro del limón, segmento impulsado por la variedad Tahití, cuyas exportaciones se incrementaron en un 75%. Entre las variedades Tahití y Sutil, Perú ha exportado 10 millones de kilos, lo que, recordó, es un hito para el país. Se trata de un fruto que se ha visto favorecido por la presión al alza de los precios a causa del descenso de producción de México, principal abastecedor de Estados Unidos.
En cuanto a las mandarinas, recordó que la variedad Satsuma es la que domina la venta temprana, donde se encuentra con otras como la Primosole y las clementinas tempranas. En media estación se encuentran la Nova y las clementinas. Finalmente, después de junio, en la ventana tardía, predomina la W. Murcott y los híbridos. Un acápite aparte merece el tangelo Mineola, que tuvo protagonismo años atrás pero cuya producción se ha reducido debido a que está siendo reemplazado por la variedad W. Murcott. De hecho, el tangelo es la única partida arancelaria dentro de la categoría de cítricos que ha mostrado caídas en los últimos años, aunque se espera que logre estabilizarse con una oferta limitada.
Apertura y reto
Sergio del Castillo estimó que la apertura del mercado chino en 2010 para los cítricos peruanos ha sido importante pues hasta antes de ese momento el fruto peruano solo llegaba a Hong Kong y no a Shanghái como es ahora. Esto representó además un proceso de aprendizaje, pues los primeros envíos no llegaron bien y no hubo mucha aceptación, pero fue con la llegada de la variedad W. Murcott que el panorama empieza a mejorar ostensiblemente y hoy Perú envía más de 10 millones de kilos, posicionándose después de Canadá como el quinto lugar para nuestros cítricos.
En ese contexto evaluó el HLB (enfermedad del Huanglongbing) y su posible impacto en la citricultura peruana, apuntando que “muchas cosas van a tener que cambiar por la llegada del vector por la frontera norte y que nos ocupa gran tiempo en controlar…ya es imposible erradicarlo”.
Sostuvo que a fines de marzo, durante una visita a los campos de Sullana (Piura), si bien no encontró adultos o ninfas, sí halló algunos brotes de huevos que el personal sanitario debe estar entrenado para identificar.
Finalmente, destacó que Perú, junto a Sudáfrica, Chile y Uruguay, entre otros, son los grandes responsables de que la exportación de cítricos del hemisferio sur se haya incrementado 54% en los últimos cinco años.
Dato
.Perú exportaría este año 200 mil toneladas de cítricos (mandarina, naranja, tangelo, toronja y limón), lo que demostraría un crecimiento de 10% frente a las 180.239 toneladas despachadas en 2018.