Los vinos semisecos y semidulces son los de mayor consumo en Perú, seguidos por los vinos secos, los cuales han venido creciendo en los últimos cuatro años.
Por: Redacción
Lima, 18 de julio 2014 (Agraria.pe) Actualmente, en Perú se consume cerca de 40 millones de litros de vino al año y se espera que al cierre del 2014 el consumo per cápita de esta bebida registre un crecimiento de entre 5% y 8%, proyectó el gerente de marketing de Santiago Queirolo, Davide Solari, según publicó la Agencia Peruana de Noticias “Andina”.
Al respecto, indicó que la evolución del mercado vitivinícola está siendo impulsada por la creciente demanda de los consumidores en el país, lo que se reflejó en 2013, cuando creció 20%.
Refirió que los vinos semisecos y semidulces son los de mayor consumo en Perú, seguidos por los vinos secos, cuya demanda también ha crecido en los últimos cuatro años.
El ejecutivo aseguró que la participación de los vinos importados en el consumo en el Perú representa entre el 20% y 25%, lo significa que el resto le pertenece a los vinos peruanos.
Manifestó que además de Lima las provincias del interior del país también se posicionan como consumidoras de vino, en particular las ciudades de Chiclayo, Trujillo, Arequipa, Huancayo e Ica.
Solari remarcó que aún hay mucho por trabajar en cuanto al consumo per cápita de vino en el país, pues aquí sólo es de un litro y medio al año, mientras que en países como Chile y Argentina alcanza los 15 y 20 litros, respectivamente, en tanto, en los países europeos llega hasta los 30 litros.
"Si retrocedemos seis o siete años atrás el consumo per cápita en Perú no llegaba ni a los 700 mililitros, pero hoy los consumidores están ávidos de recibir vinos distintos, probar nuevas variedades y, sobre todo, se han dado cuenta que en nuestro país se puede producir vino de calidad y que se comercializa a otros mercados", detalló.
Refirió que existe un buen desarrollo de uvas para vinos y pisco, pues las condiciones climáticas así lo permiten. "En época de vendimia (recolección o cosecha de las uvas de vino) la temperatura llega a 34 grados centígrados y ese mismo día en la noche baja a 16 grados, por lo que dicha amplitud térmica permite un desarrollo adecuado de las variedades", explicó.
