(Agraria.pe) Entró a la Universidad Nacional de Ingeniería a la vez que el Perú ingresaba, aún sin saber la magnitud, a un túnel de violencia y crisis económica. Y egresó de la institución ya con un país quebrado, en el primer año de la década del 90.
Estuvo tentado de dejar el país. Algunos de sus hermanos lo hicieron. “Yo quería construir mi carrera en el Perú”, me dice. Una decisión que —asegura— tomó desde que ingresara a la universidad, en 1983, para seguir Ingeniería Industrial.
Su formación continuó en Madrid, pero volvió. Gabriel Amaro ha trabajado en los sectores público y privado, en diversas industrias. Y actualmente es presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP) y en 2023 publicó Agro: La gran apuesta del Perú (Planeta), su primer libro.
También ha escrito cuentos y tiene un libro de ciencia ficción en proceso. ¿En qué momento la realidad no alcanza y la ficción logra caminos insospechados?
En 2023 publicó Agro. La gran apuesta del Perú, pero se dijo que ese año fue el peor para el agro. Nos debatimos entre el optimismo y la cruda realidad.
El libro habla de lo que es una política pública desde el punto de vista de los que crean las políticas públicas y desde el punto de vista de los que la viven, como el ciudadano de a pie, el empresario, el trabajador. Y para explicarlo uso como ejemplo el sector agrario moderno, que ha crecido y desarrollado. El libro explica cómo hacer una buena política pública, las brechas que tenemos y ejemplos alrededor de ello. Lo que ha sucedido en el Perú es que hemos vivido siete años de crisis continuas. Y uno de los resultados más llamativos son los del sector agrario en 2023, en que todo fue negativo, y no es producto solamente del tema climatológico, sino también de un proceso de degradación de la política pública peruana. ¿Cómo explicas que hoy estemos cerca del 80% de informalidad? Un país que llega a esos niveles de informalidad va camino a ser insostenible. Lo normal es que sea, por lo menos, 80% de formalidad.
¿Cuál es el potencial del agro?
Lo que hemos visto de la agricultura moderna en el Perú es solo la punta del iceberg de lo que podríamos ser. Hay poco más de 4 millones de hectáreas sembradas, de las cuales menos del 5% corresponde a los cultivos modernos de exportación, que también se venden en el mercado local. Imagínate si logramos ese nivel que ha obtenido este 5% en más del 90% de todas las hectáreas que se pueden sembrar en el país…
¿Y ese 95% en qué condiciones está?
La mayoría son pequeñas unidades agropecuarias de agricultura familiar que están en niveles de pobreza muy fuertes. Te pongo un ejemplo. El caso de Almería, en España, es un fenómeno de hace varios años: Almería es un desierto, no había prácticamente nada de agricultura y, con políticas públicas adecuadas, hoy en día se convirtió en lo que ellos llaman la despensa de Europa. El potencial que tenemos en el Perú no solo está en sacar de la pobreza a esa inmensidad de personas, sino que también podemos convertirnos en la despensa del mundo. Hoy con la agricultura moderna ya tenemos varios cultivos que están en el top 10 en el mundo y, a 2022, el Perú ya ocupaba el undécimo lugar en el mundo de países agroexportadores más importantes. Imagínate, puesto 11 de todos los países del mundo en frutas y hortalizas frescas. Si a eso le sumas todo el potencial en granos nativos, como la chía, la quinua, la propia papa... Tenemos más de 600 frutas inexploradas para el mercado. Si es que no el segundo, somos el tercer exportador en el mundo de jengibre, y todo es pequeña agricultura de la zona de selva.
¿Cómo trabaja la agricultura moderna?
Primero, debe tener las capacidades y el conocimiento para el manejo del cultivo. Tener la tecnología necesaria para la alta productividad. Certificaciones internacionales, trazabilidad del producto, certificaciones de calidad en el manejo de los procesos. Incluso, en el tema laboral y ambiental. Tienen que estar insertados en el mundo. Cumplir los más altos estándares del país donde dejarán su cultivo. Tienen que estar continuamente monitoreando el mercado. Hay que diversificarse. Tiene que cumplir toda la normativa. Personal capacitado. Son varias características que están descritas en el libro.
¿Qué productos agrícolas podrían ser la punta de lanza?
Hay varios cultivos. Por ejemplo, arándano. Otro cultivo en el que estamos número uno es la uva de mesa. En general, son como 150 países del mundo los que abastecemos. Otro cultivo, y somos segundos, es la palta hass. Jengibre. Con el espárrago nació todo. Tenemos los cítricos, que en alguna variedad somos número uno. En mango somos terceros en el mundo. Cebolla, banano orgánico.
¿Y qué productos tienen potencial?
Se habla bastante de la pitahaya. La cereza, la pecana de Ica. Se está revalorando cada vez más la agricultura por el impulso de otro sector importante como la gastronomía. Ahora, en 2020 ocurrió un hecho complejo, que lo narro en el libro, un duro golpe a la formalidad agraria: la derogatoria de la ley de promoción agraria. Desde entonces ha disminuido la producción, se han ido inversiones, se ha perdido empleo. Ya se escucha la importancia de tener una nueva ley que promueva el sector agrario. Este es un sector estratégico y esencial para cualquier país. Son más de cuatro millones de personas que trabajan y conforman la población económicamente activa agraria y están en todas las regiones. Esa importancia de la agricultura y su impacto lo explico en el libro, que se lee como una novela.
Fuente: Perú 21