El problema de la agricultura en la costa es el tema de los trasvases de cuenca para el uso en el riego de los cultivos.
(Agraria.pe) Cada vez la población está más lejos de las fuentes de agua, las ciudades crecen y las cuencas o microcuencas que las abastecen empiezan a reducir sus caudales, lo que se está empezando observar ahora es un tipo de conflicto de uso entre el agua para riego y el agua para el consumo humano. En Lima se debe utiliza alrededor del 80% del agua de las cuencas del río Rímac y del río Chillón para el consumo humano, aunque sí hay un consumo agrícola importante, pero en otras ciudades del país, la disponibilidad del 80% del agua está más enfocada a la agricultura.
Así lo señaló Iván Lucich Larrauri, gerente de Políticas y Normas de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), quien sostuvo que el problema de la agricultura en la costa es el tema de los trasvases de cuenca para el uso en el riego de los cultivos. “Desde la década de los 70’s la solución para la disponibilidad del agua en la agricultura siempre ha sido los trasvases de cuenca, pero hoy tenemos un problema de gestión de la infraestructura del trasvase y de gestión de los reservorios, que está afectando la disponibilidad de este recurso hídrico, aparte de los problemas de infiltración y de salinización del suelo”, precisó.
Manifestó para Agraria.pe que como país todavía no tenemos casos exitosos respecto a la gobernanza del agua. “Tenemos una Ley de Recursos Hídricos, nuevos dispositivos por parte de los ministerios de Agricultura y Riego (Minagri) y de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), por parte de la Autoridad Nacional del Agua, (ANA), pero todavía no hemos resuelto el tema de coordinación de políticas y tampoco el tema de gobernanza del agua y gestión colectiva del agua, ese es nuestro drama”, anotó.
Afirmó que hemos logrado avances importantes con la creación del Consejo de Recursos Hídricos, los planes de gestión de cuenca, pero no en temas como el financiamiento y la coordinación de políticas de gestión integrada.
“La gobernanza del agua es, finalmente, lo que más importa. Hay agua en Perú, pero no donde está la población. Asimismo, puede estar aparentemente cerca, como los ríos caudalosos en que existen en la selva, pero por diferentes razones, ya sea porque están a niveles altitudinales bajo con respecto a la ubicación de las comunidades o porque están contaminados, no pueden ser aprovechados. El agua apta o de calidad para la potabilización para el consumo humano es muy escasa”.
Para Lucich, los mecanismos de retribución por servicios ecosistémicos son una herramienta que va a permitir conservar las fuentes de agua existentes para que no se sigan deteriorando y, también, podrá mantener los servicios de regulación hídrica que estas nos brindan. Otro mecanismo –según dijo- es el de monitoreo y gestión de uso de aguas subterráneas, que permitirá gestionar mejor el uso conjuntivo entre agua superficial y aguas subterráneas.
“La Ley de mecanismos de retribución es este esquema de pagos por conservar las fuentes de agua, que no solamente es aplicado para las ciudades, sino también es aplicado entre los regantes y aquellas comunidades que conservan las fuentes, y puede ser aplicado en la conservación de bosques o programas forestales. Como instrumento es muy poderoso; ese es el gran avance que podemos tener como país para hacer gestión integral de nuestros recursos hídricos”.
Aguas subterráneas
Iván Lucich comentó que la Ley de Modernización de los Servicios de Saneamiento del 2013 establecía la posibilidad del reúso y la venta de aguas residuales con autorización del ANA y que con la modificación del reglamento que se está realizan y que ya debe culminarse se podrá generar un mercado mucho más dinámico de aguas residuales.
“Hoy en día los regantes toman las aguas residuales en el estado en que se encuentran, sin ningún tipo de tratamiento y, también, tendrá que tener una regulación, pero creo el reúso y la venta de aguas residuales que menciono está más enfocado para la industria, al menos, en un principio, porque habría que generar un mercado con los regantes, que no creo que se dé tan rápido. Lo que va a suceder con los regantes, y con mayor prontitud, es pago de servicios ambientales o mecanismos de retribución”.
Indicó además que el servicio de abastecimiento de agua potable debe tener participación de capitales privados en temas de inversión de infraestructura. “Lo que se necesita en el país es que vengan capitales para tender redes, construir plantas de tratamiento. Ni el Estado ni las propias municipalidades tienen la capacidad de invertir”.
Para el próximo gobierno
Finalmente, señaló, de cara a las elecciones presidenciales, que el próximo gobierno deberá promocionar y fortalecer a las Empresas Prestadoras de Saneamiento (EPS) para que puedan hacer gestión del recurso hídrico. “Esto es importante, porque si el próximo gobierno regresa a mirar solo la infraestructura gris, lo único que va a generar son problemas más graves de acceso al servicio”, concluyó.
