12 enero 2021 | 09:10 am Por: Redacción

Según AGAP

Chavimochic III y Majes Siguas II cada vez más lejos de hacerse realidad

Chavimochic III y Majes Siguas II cada vez más lejos de hacerse realidad
Proyectos no solo compiten por las tierras, sino que existen otros países de la región con mejores propuestas para los inversionistas. Conozca el caso de Colombia, Chile y Argentina.

(Agraria.pe) Los dos grandes proyectos de irrigación Chavimochic III y Majes Siguas II esperan ser retomados por el Gobierno del presidente Francisco Sagasti, y aunque en la agenda está Alto Piura, este es un proyecto más lejano en su ejecución.

Para darle paso, no solo se requiere de culminar la infraestructura, sino atraer a inversionistas dispuestos a cultivar grandes extensiones, y ello es cada vez más lejano, sostiene el director ejecutivo de la Asociación de Gremios Agroexportadores del Perú (AGAP), Gabriel Amaro Alzamora.

La condición no es por las grandes extensiones de cultivos, sino porque enfrentamos a países de la región con mejores condiciones para atraer a los interesados en cultivos de agroexportación, en tanto que, en Perú, con la nueva ley ha elevado los costos, y por ende perdido competitividad.

“El principal componente del costo en la agroindustria es el costo laboral, que puede representar entre el 40% y 60% del costo total; así, al crearse un Beta (Bono Especial por Trabajo Agrario), se tiene un costo adicional de 30%”, dijo.

Remarcó que no se ha respetado la estabilidad jurídica, ya que en solo un año de la renovación de la Ley de Promoción Agraria se ha eliminado por otra norma.

Esta semana se verá el nuevo reglamento de negociación colectiva que podría terminar afectando más los costos de mantener la operación agrícola.

“Ya hay empresas que han decidido posponer sus planes de inversión, otros en reducir área de cultivos en la próxima campaña”, indicó.

Reiteró que, a lo largo de la cadena productiva, la actividad agroindustrial contribuye con el 5.5% del PBI y las actividades complementarias al agro con otro 6% al PBI adicional, haciendo un total de 11% a la economía peruana.

Cultivos más afectados
Entre los cultivos de bajos márgenes que serán los primeros en verse afectados están el banano, que tiene en su cadena de producción a cientos de agricultores.

Otro de los productos que sentirán efectos adversos, son los arándanos, mandarina satsuma y los espárragos verdes, este último con envíos que realiza vía aérea.

“Muchas van a culminar la campaña, pero en los próximos meses terminarán reduciendo las áreas de cultivos”, dijo Amaro.

Países en la región
Uno de los modelos mencionados en los últimos meses y que ha tomado en parte el esquema de la ley de promoción agraria del Perú, es Colombia.

Gabriel Amaro explica que la diferencia es que el impuesto a la renta es de 0% durante los 10 años de vigencia, a diferencia que en Perú que fue de 15%, y ahora con una tasa incremental.

“Estamos seguros que el 0% de Impuesto a la Renta en Colombia se extenderá y eso permitirá su desarrollo”, indicó.

Actualmente, Colombia exporta US$ 7,000 millones de su agroindustria, de los cuales son bajos los envíos de frutales, que es a lo que apuntan.

Ya hay empresas peruanas de agroexportación en dicho país como Camposol y Agrícola Cerro Prieto, que antes del cambio normativo expandieron sus operaciones, por lo que otras empresas podrían seguir el paso.

El tema impositivo no es el único cambio, dado que están realizando mejoras en los temas de la administración estatal y sanitarios.

Caso de Argentina y Chile
Argentina es un país que tiene grandes campos de cultivos para la soya y cereales, con políticas de subsidios desde hace muchos años, comenta Gabriel Amaro. “Son grandes campos con cultivos muy tecnificados”, expresó.

En los planes está la aplicación de las medidas idénticas a las que tuvo Perú, con la ley de promoción agraria; la diferencia -explica Amaro- es que irán para sus frutales. “Con estas medidas estamos en desventaja”, indicó.

Chile es uno de los primeros países de agroexportación que ahora exporta alrededor de US$ 15.000 millones, mientras que Perú está en US$ 7.000 millones.

La diferencia es que se respeta la estabilidad jurídica que tiene años, y aunque reconoce que hay problemas, estima que no habrá cambios como los realizados en el Perú, de un año para otro.

Gabriel Amaro recuerda que, en el marco de la OCDE, de los países desarrollados, todos los ministros de Agricultura indicaron que la esta es una actividad que requiere de una atención diferenciada, en la que cada país ha optado por subsidios, en sus diferentes modalidades.

Ranking global en riesgo
El representante de AGAP indica que ya estamos en los primeros días de la aplicación de la norma, y tal como se indicó líneas arriba hay productos que podrían reducir sus áreas de cultivos o abandonarlas.

De esta manera se perdería posiciones en el ranking mundial, como el primer lugar en el banano orgánico y arándanos, en los que nos ubicamos actualmente, y lo mismo podría ser en otras posiciones claves como espárrago, palta, alcachofas, mandarina wilkings donde actualmente somos los segundos proveedores mundiales; y jengibre, mango, donde estamos terceros; y uva (cuartos proveedores en el mundo).

Otro de los temores, es que la expansión se reduzca en las diez regiones donde se había ingresado en los últimos 15 años. En 2004 existían 57.441 hectáreas dedicadas a la agricultura moderna, mientras que en 2019 dichas áreas ascendieron a 202.476 hectáreas, es decir un incremento de 252%.

En 2019 las regiones con mayores áreas destinadas a la agroindustria moderna son: Ica 45.462 Has, Piura 42.995 Has, La Libertad 36.786 Has, Lima 24.129 Has, Lambayeque 10.958 Has, Áncash 6.316 Has, Junín 668 Has, Cajamarca 6.176 Has, Arequipa 18.522 Has, Moquegua 1.104 Has, Cusco 385 Has, Ayacucho 1.869 Has, Tacna 583 Has, Huánuco 585 Has, Tumbes 5.227 Has y Apurímac 712 Has.

Fuente: Gestión

 

Etiquetas: Chavimochic