01 junio 2022 | 09:15 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Mercados mundiales enfrentan incertidumbre, señala el Centro para la Promoción de Importaciones de Países en Desarrollo

CBI: Países emergentes pueden enfrentar complicaciones para competir por alimentos frente a naciones desarrolladas

CBI: Países emergentes pueden enfrentar complicaciones para competir por alimentos frente a naciones desarrolladas
Los efectos de la guerra en Ucrania se sienten alrededor del mundo, y uno de estos aspectos es el comercio de alimentos. Las cadenas de suministro interrumpidas están ocasionando incremento de precios y dificultades a los comerciantes, en tanto que países emergentes se ven enfrentados a menos posibilidades de aprovisionarse.

(Agraria.pe) La guerra en Ucrania y las sanciones impuestas sobre Rusia y Bielorusia han tenido un tremendo efecto en el comercio internacional. Han afectado el comercio directo con estos países y más allá en la cadena. Los efectos van desde la escasez en productos alimenticios, insumos y componentes, hasta rutas de comercio canceladas, cambios en la demanda e incremento de precios, señala el Centro para la Promoción de Importaciones de Países en Desarrollo -CBI en un reporte reciente sobre la coyuntura global.

Inflación creciente
Desde una perspectiva comercial, la mayor consecuencia de la guerra es el incremento en los precios de commodities. Hay tres categorías de estos: energía, agricultura y metales. “La guerra ha afectado a los tres. Los incrementos considerables tienen efecto en la cadena internacional de suministros y los mercados. El resultado es mayor inflación a nivel mundial. Esto puede ocasionar cambios en la demanda, pues los consumidores no están en la misma capacidad de antes”, explica el CBI.

Disrupciones en el transporte internacional
El costo de los transportes alcanzaron picos récord durante la pandemia de Covid-19. El contexto actual de incremento de los costos en combustibles está ocasionando inflación y pueden resultar en mayores tarifas. Aparte de esto, las sanciones contra Rusia y las preocupaciones sobre la seguridad han interrumpido las rutas de transporte por tierra y aire vía Ucrania y Rusia, refiere la entidad. Reencauzar estas conexiones es caro. Y hay opciones limitadas para diferir los embarques a través del ya de por sí interrumpido sector de transporte. “Además, hay pocas rutas por el Mar Negro. Esto significa que incluso países sin restricciones pueden tener problemas para importar desde la región”, agrega.

Seguridad alimentaria afectada en economías emergentes
El CBI recuerda que Ucrania y Rusia están entre los mayores proveedores de commodities alimenticios, particularmente en lo referido a granos y aceites. Juntos, proveen más del 30% del comercio mundial de trigo, 17% de maíz y más del 50% de aceite de aceite de girasol, semillas y carnes. Muchas economías emergentes y vulnerables dependen de estas provisiones para su seguridad alimentaria, especialmente en Medio Oriente y África. “Por ejemplo, países como Benín, Egipto y Sudán obtienen casi todas sus importaciones de trigo desde Ucrania y Rusia. Las opciones para remplazar este comercio regional son limitadas”. 

En un reporte reciente, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), estima que un 20 a 30% de las áreas ucranianas usadas para cereales de invierno, maíz y semillas de girasol se mantendrán sin uso o sin cosechar durante la temporada 2022/23. Los campos de estos cultivos también se estima que disminuyan.

A esto se suma que el procesamiento y transporte han sido interrumpidos. Y la caída de disponibilidad de cultivos incrementa los precios y competencia por fuentes alternativas. En un mercado tan difícil, los países en desarrollo puede enfrentar serias complicaciones para competir por provisiones frente a los países desarrollados, advierte el CBI. Señalan el caso de Indonesia, que ha prohibido las exportaciones de aceite de palma para reducir la rescasez de aceite de cocina doméstico y el incremento de precios. Se esperan que el país levante el veto cuando los precios caígan debajo de las 14,000 rupias (0.92 euros) por litro.

En otro ámbito, Rusia es un exportador líder en fertilizantes en base a nitrógeno y potasio. Muchos países emrgentes dependen de estas provisiones de fertilizantes para sus campos. La interrumpción de este mercado puede afectar la producción doméstica de proudctos para consumo interno y exportación.

Grandes desafíos para los exportadores
Aparte de su efecto en las importaciones, la guerra también afecta las exportaciones hacia Ucrania y Rusia. La interrupción de accesos a estos mercados es un tema urgente para bienes perecibles, como los vegetales y frutos frescos. Algunos productos que los exportadores no pueden llevar a Ucrania o Rusia podrían redistribuirse a otros mercados europeos. Sin embargo, los exportadores podrían incurrir en sobreabastecimiento. “La redistribución también causa el incremento de la competencia y la caída de precios. Al mismo tiempo, el incremento de precios en energía y fertilizantes están causando un incremento en los costos de producción. Esto crea un considerable desafío para los exportadores”, concluye el CBI.

 

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