(Agraria.pe) La campaña de mango kent 2024 se adelantó en el distrito de Moro en Áncash debido a las condiciones climatológicas que han generado altas temperaturas. Tal situación ha provocado una reducción drástica del 75 %, en los campos del mencionado distrito y en todo el valle de Nepeña, debido a la falta de floración.
Sin embargo, los productores que han logrado tener fruta ahora venden su producto a un precio que oscila entre los S/ 9 y S/ 10 por un kilo de mango que se exporta vía aérea cuando el año pasado la cifra apenas llegó, en algunos casos, a S/ 2.5. Un incremento 4 veces mayor.
“La campaña se prolongará hasta marzo porque hay distintas etapas de floración, sin embargo, no hay mucha producción por el factor clima. Aunque eso ha generado que el precio del mango se eleve notablemente a favor de los pequeños productores que podrán mejorar su economía luego de 2 anteriores campañas muy malas”, comentó el director ejecutivo del Servicio para el Desarrollo Integral Rural (SEDIR), Juan Cerna Espinoza. Cerna sostiene que ahora los pequeños productores tendrán que conocer al detalle el factor climatológico para saber qué medidas preventivas tomar en cuenta para evitar que se reduzca la productividad de las plantas.
Sedir, institución que brinda soporte técnico a pequeños productores en Moro, informó que el valle de Nepeña en Áncash cuenta con 1200 hectáreas de mango y la inversión promedio anual por cada una de ellas es de S/ 10 000. Además, la producción normal por hectárea es de 15 000 toneladas, pero este año se redujo drásticamente.
Cosecha
La cosecha inicia con una breve coordinación con los trabajadores para recordar que los mangos que se sacarán de la planta son aquellos que cumplan con el calibre (peso), tamaño y color (chapa roja) para la exportación al mercado de Estados Unidos, Europa y Asia. Mientras los varones recorren el campo para recolectar la fruta, al costado se implementa un centro de acopio donde las mujeres se encargan de cortar el pedúnculo del mango que luego se colocarán en jabas de 20 kilos.
“Nosotras somos las deshuatadoras, las que quitamos el pedúnculo de los mangos. Cuando cortamos el pedúnculo debemos tener cuidado para evitar que el látex que brota caiga en la piel de la fruta porque la mancha, la quema y ya no sirve para exportar. Somos las mujeres las que hacemos eso porque se trata de un trabajo bien delicado”, cuenta Flor Silva, de 44 años, citada por el Sedir.
La entidad cuenta que Flor es natural del caserío de Pedregal Alto, distrito de Tambo Grande (principal zona productora de mango en Piura y Perú), y trabaja en el mango desde muy niña. La acompaña toda su familia en un campo de Moro hasta donde ha llegado desde muy temprano. Mientras los hijos de Flor cosechan el mango en jabas de 20 kilos, ella junto a su hija y su nuera se encargan de cortar el pedúnculo de los mangos. Toda la familia, como otras inmersas en el mismo negocio, están fuera de su casa más de medio año. Inician en Piura, luego llegan a Casma para, finalmente, terminar en Moro. Los hombres ganan S/ 5 por cada jaba de 20 kilos cosechada, mientras que a las mujeres se les paga un jornal de S/ 80.