(Agraria.pe) El Programa de Desarrollo Productivo Agrario Rural (Agro Rural), lanzó la campaña “Sembrando vida en bosques secos”, a fin de recuperar la cobertura vegetal de los bosques secos y desierto costero de la región Piura, utilizando las propiedades del guano de las cabras y las lluvias estacionales para la siembra de semillas.
Durante la actividad, que se realizó en la localidad de La Matanza, el jefe de la Unidad Zonal de Piura, Gonzalo Cruz, explicó que, con la siembra, se busca aprovechar las lluvias que se dan entre los meses de enero a marzo, algunas de las cuales se intensifican por fenómenos meteorológicos. “Las lluvias representan una oportunidad para recuperar la cobertura del ecosistema a través de la diseminación de semillas o la plantación de especies de bosque seco”, indicó.
Hay que recordar que, solo en Piura, se ha registrado una producción anual de 295.288 cabezas de ganado caprino ocupando el primer lugar a nivel nacional, siendo el guano caprino el que contiene más cantidad de nutrientes con un 8% de nitrógeno (N), un 7% de fósforo (P) y un 10% de potasio (K). Adicionalmente, guarda en su interior semillas forestales arbóreas y arbustiva escarificadas de algarrobo, faique, charán y overo.
Por su parte, Sara Yalle, jefa de la Unidad de Cadena de Valor Agroforestal, Forestal y Silvopastoril de Agro Rural, dijo que con esta campaña se espera reforestar más de 1.000 hectáreas y beneficiar a más de 1.100 pobladores de la zona y que, además, se replicará en Tumbes.
En la actividad participaron el alcalde de la Municipalidad del distrito y su personal, representantes del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), así como del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), la Agencia Agraria de Chulucanas, la asociación de ganaderos y productores de La Matanza, miembros de la Policía Nacional del Perú, entre otras organizaciones aliadas.
El desierto costero y bosque seco del norte del Perú, desde antes de la conquista española, eran ecosistemas aprovechados. A consecuencia del aumento demográfico y las actividades económicas, que usan los recursos del ecosistema seco (minería, agricultura, ganadería, etc.), la presión ha sido mayor sobre ellas alterando su capacidad productiva y funcionamiento.