01 agosto 2016 | 09:38 am Por: Redacción

Señaló presidente de Agrobanco, Enrique Díaz Ortega

AGRICULTORES BANCARIZABLES SON 900 MIL, PERO EL SISTEMA SOLO ATIENDE A LA TERCERA PARTE

AGRICULTORES BANCARIZABLES SON 900 MIL, PERO EL SISTEMA SOLO ATIENDE A LA TERCERA PARTE

Este año Agrobanco espera crecer  20% pues considera que hay mucho espacio para crecer. Hoy el sistema financia sólo al 15% de los agricultores en el Perú. 

(Agraria.pe) En el último lustro, el Banco Agropecuario (Agrobanco), tuvo un rápido crecimiento, impulsado por la baja penetración de los créditos en el sector. SEMANAeconómica entrevistó al titular de dicha institución quien habló de sus expectativas de crecimiento y los nuevos cambios internos en su representada.

¿A qué responde el crecimiento de Agrobanco en los últimos cinco años?
Hemos crecido porque el espacio en el agro es inmenso, quizás desaprovechado por el sistema financiero. Este banco se ha relanzado hace poco tiempo y la banca comercial está empezando a mirar el agro pero de forma lejana. Va a tomar tiempo posicionar al agro en el sistema financiero. Una vez que tienes el capital [fondos] y los procesos adaptados, vas a crecer fuertemente.

¿Cómo han financiado este crecimiento tan fuerte?
Creemos firmemente que el Estado puede manejarse como una entidad privada y [por ello] hemos aumentado nuestra exposición a los mercados financieros locales y extranjeros. Eso nos impone una disciplina financiera. Tenemos un capital de S/ 440 millones y nuestras colocaciones propias superan S/ 1.700 millones. La diferencia [entre S/ 1.200 millones y S/ 1.300 millones] es financiada por la banca privada. 

Tenemos una calificación crediticia de grado de inversión, otorgadas por S&P y Fitch. Ello, nos ha permitido tener acceso internacional a líneas de crédito con Deutsche Bank,  Citi o la Agencia Francesa para el Desarrollo, y el ofrecimiento por parte de la CAF y de la Cooperación Alemana para el Desarrollo.

El año pasado, decidimos emitir papeles comerciales en el mercado de capitales local. Tenemos un programa hasta por S/.200 millones y ya hemos colocado más de S/.100 millones.

¿Cuánto esperan crecer este año en términos de colocaciones?
El año pasado crecimos más de 15% y este año esperamos hacerlo en 20% pues el espacio en el agro es inmenso. Hoy el sistema financia sólo al 15% de los agricultores en el Perú. El terreno de juego todavía está muy abierto. Hemos crecido fuertemente, pero queremos que este crecimiento también sea sano, es decir sostenible. Por ello, [ahora] trabajaremos más en nuestros procesos de control, los cuales implican el mejoramiento de los sistemas de gestión de riesgos y controles previos, trabajando directamente con los productores. Queremos convertirnos en un banco verde, lo cual implica que nuestros protocolos de otorgamiento de crédito filtren a través de los impactos medioambientales.

¿Cuál es su meta en términos de rentabilidad?
En el caso específico de Agrobanco, que es una entidad estatal, la rentabilidad siempre es acotada porque es una meta explícita. Buscamos ser rentables pero nuestros resultados están por debajo de la media de la banca comercial [con un ROE mayor al 20%] porque nuestra misión no es tanto rentar, sino expandir. Nos gustaría llegar a una rentabilidad de entre S/ 10 millones y S/ 12  millones este año, con un patrimonio de aproximadamente  S/ 450 millones. Al cierre del  semestre, debemos estar un poco por debajo del 50% de lo avanzado por nuestro reenfoque para perfilar mejor nuestra cartera de colocaciones.

Si bien están concentrados en agro, ¿cómo se están diversificando?
Somos un banco focalizado en el sector agro y ese es nuestro destino. Hemos decidido abiertamente que somos un banco de productores. Creemos que las experiencias que ha habido cuando cruzas esas fronteras —pasar de [financiar] la producción al consumo— no han sido exitosas. 

Nuestra diversificación tiene dos frentes: por producto y ciclo [productivo]. Financiamos más de 100 tipos de cultivo: uva, papa, maíz, quinua, entre otros. También hay muchos emprendimientos. Hemos creado un producto para el sector forestal y estamos desarrollando otro para el bambú que tiene alta demanda en el sector construcción.

Segundo, financiamos desde capital de trabajo, adquisición de terrenos, procesos de mantenimiento y cultivo hasta etapas post productivas como packing. Ahora ya cubrimos todo este espectro, abarcando toda la cadena de valor. Esto permite [además] diversificarse por plazos.

¿Qué perspectivas tienen a nivel geográfico?
Estamos presentes en todo el Perú, pero sentimos que nos falta más presencia en el sur donde los productores están más diseminados. El número de agricultores bancarizables es de alrededor 900.000 pero hoy Agrobanco y el resto del sistema sólo atienden a poco más 300.000. Hay entre 500.000 y 600.000 agricultores que podrían ser atendidos por la banca y más de un millón que no es inmediatamente bancarizable. 

En la base de la pirámide tenemos que trabajar en productividad, es decir mediante asistencia técnica hasta cómo canalizar la comercialización. Hemos creado una unidad de asesoría técnica para que sea facilitador de encuentros [con agricultores].

Hoy la presencia de Agrobanco no sólo ha crecido en tamaño sino también en networking. El sur es una zona complicada pues los productores están más diseminados. Estamos trabajando con aproximadamente 380 entidades, entre cooperativas y asociaciones campesinas.

¿Cómo incrementarán su presencia en la zona sur?
Es un trabajo de mediano plazo. Con el producto “profundización financiera” identificamos, a través de comunidades o municipalidades, a grupos de productores [entre 15 y 20] en zonas alejadas y sin contacto financiero. Les damos una inducción financiera y un pequeño crédito de hasta S/ 5.000. Ya tenemos más de 12.000 clientes. Es un trabajo de hormiga.

Dado que el precio de muchos productos agrícolas se fijan internacionalmente, ¿cómo mitigan ese riesgo?

Hay un seguimiento de qué va a pasar [por ejemplo] con la uva, la madera o el café. Con una buena estrategia de riesgos, impartimos instrucciones a la red indicándoles que vamos a bajar la intensidad en ciertos cultivos y movernos a otros pues habría problemas en la generación de flujos. Un riesgo que incluso estamos analizando con ayuda de la CAF es el riesgo sectorial. Estamos generando un modelo sectorial que permitirá ver cómo el sector en general se impacta por variables particulares.

¿Cómo asesoran a los agricultores?
Tenemos una “hoja de producto” que es una base de información para distintos tipos de cultivo que tienen requisitos técnicos y financieros necesarios para un cultivo exitoso. Nos hemos convertido en una fuente de información para el agricultor.

Hay casos exitosos donde el agricultor ha reconvertido su cultivo por temas de rendimiento [producto de la información]. También hay más sensibles como el algodón, donde hemos sido una fuente de apoyo valiosa ya que la industria local ha perdido competitividad. Hemos apoyado con créditos en diferentes momentos del ciclo operativo a las cooperativas en el sur del país para que se asocien y puedan negociar en escala.

Etiquetas: Agrobanco