(Agraria.pe) Para realizar la proyección de producción en la campaña 2023/24 de uva de mesa de Perú –que inicia de septiembre a abril– actualmente la Asociación de Productores de Uva de Mesa del Perú (Provid) viene evaluando el impacto que tuvo el ciclón Yaku entre enero y marzo y el del Fenómeno de El Niño Costero.
Según explicó el gerente general de Provid, Alejandro Cabrera, se encuentran en pleno proceso de levantamiento de información para cuantificar si habrá algún impacto sobre la productividad por las lluvias y mayor humedad de inicios de año, pues en ese periodo la uva se encontraba en proceso de cultivo.
“Cuando ya todo el proceso de cultivo ha avanzado y se pueda tener un conteo más preciso, con la información del mismo campo, podremos ver si efectivamente habrá una caída o no en términos de volumen. Ese proceso lo estamos haciendo en este momento porque en el caso de la uva de Perú, en esta época del año (julio y agosto) podemos cuantificar la productividad de las hectáreas plantadas”, apuntó.
Así, se espera que se pueda emitir una primera proyección del volumen de las exportaciones a fines de agosto o inicios de septiembre.
El representante de los productores de uva precisó que la campaña 2022/23 no se vio afectada por las lluvias en el verano pues para ese entonces prácticamente estaba en su última etapa de producción. “No había fruto en campo, el grueso del volumen ya había salido”, comentó. Es por ello que la posible afectación se podría observar todavía en la próxima campaña.
Por su parte, Oscar Quiñones, jefe del Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior (Idexcam) de la CCL, señaló que el impacto en la campaña de uva 2023/24 podría verse si se observa alteraciones en las regiones productoras de uva de mesa por las lluvias a fines de año con la llegada del fenómeno de El Niño Global.
Como se recuerda, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos ha confirmado que el fenómeno de El Niño Global se producirá en lo que resta de 2023 y el verano del próximo año; en tanto, de acuerdo al Senamhi, se espera mayores precipitaciones de lluvias desde octubre.
“Pueden verse afectados los cultivos directamente por las lluvias o pueden afectarse por otro factor más grave: que las lluvias afecten los caminos desde la zona de cultivo hasta el acopio y el puerto para ser exportados”, apuntó.
Fuente: gestion.pe