(Agraria.pe) "Como empresa que presta servicios de procesamiento y empaque a productores y exportadores de frutas y hortalizas, si no somos capaces de reducir los costes, aumentar la eficiencia y al mismo tiempo ofrecer calidad y un precio asequible, tendremos difícil mantenernos fuertes en un mercado cada vez más competitivo", comenta José Antonio Castro, ejecutivo comercial de Procesadora Torre Blanca, con sede en Chancay, Perú. "Y si bien no nos faltan competidores en la zona donde trabajamos, seguimos dando servicio a varias empresas de las más grandes del país, lo cual indica que vamos por el buen camino".
Procesadora Torre Blanca fue fundada en el año 2007, en un momento en que apenas había empresas procesadoras de frutas en el valle de Chancay, ubicado a unos 80 km al norte de la capital del Perú. "Durante los primeros dos años, nadie tenía experiencia en el procesamiento de cítricos y paltas. Trabajamos muy duro. Además, no fue fácil encontrar y consolidar clientes, ya que los productores y los exportadores no nos conocían ni sabían cómo trabajábamos. Hoy en día damos servicio a compañías importantes como Consorcio Productores de Fruta, Agrocosta Perú, Westfalia Perú, Giddings Berries Perú, Agro ISM y Exportadora El Parque, pero también a empresas productoras de pequeño y mediano tamaño", explica José Antonio Castro.
Destaca el procesamiento de mandarinas y paltas
El procesamiento de mandarinas supone el 40% de la facturación de esta empresa empacadora de la provincia de Huaral; el manipulado y envasado de paltas, un 35%; el de arándanos, un 15%, y el procesamiento de kakis, uvas, mangos, granadas, y desde hace poco, pitahayas representa el 10% de la cifra de negocios. La mayoría de los productos proviene de empresas productoras y exportadoras que se encuentran dentro de un radio de unos 200 km. "Este año hemos captado nuevos clientes que concentran la mayor oferta exportable de Perú durante el primer trimestre del año para el procesamiento de paltas".
Además de proveedor de servicios, también exportador
Además de ser un proveedor de servicios, Procesadora Torre Blanca exporta paltas y mandarinas a varios importadores en Canadá, China, Estados Unidos, Europa, Reino Unido, Rusia, Centroamérica y Latinoamérica. "Establecemos relaciones con productores de frutas de la zona. Exportamos unos 300-400 contenedores al año, cargados de paltas de enero a abril, y de mandarinas de marzo a octubre. Enviamos las variedades Satsuma, W. Murcott, Primosole, Nova, Orri, Malvasio y Honey Tangerine, esta última variedad a los Estados Unidos, donde es muy apreciada por su dulzor. W. Murcott es la variedad más plantada en el Perú, que se destina principalmente al mercado norteamericano, mientras que las Satsuma que exportamos nosotros, las enviamos a Europa. Y si bien W. Murcott es la variedad más sembrada, la que mejores precios al productor registra es Orri", señala el ejecutivo comercial.
Las inversiones se complican tras cuatro temporadas de bajos ingresos
Las últimas cuatro temporadas, comenta el representante de Procesadora Torre Blanca, han sido muy difíciles para los productores de cítricos en el Perú. "Después de la pandemia, los agricultores y los exportadores tuvimos que enfrentarnos a tarifas de transporte marítimo muy altas, mientras que, desde hace dos años, a causa de la guerra en Europa, los costes de muchos insumos han subido. Además, el año pasado las cosechas registraron mermas importantes a causa del ciclón Yaku y del fenómeno de El Niño. Como consecuencia, los productores apenas tienen ingresos que les permitan invertir en la ampliación de la superficie cultivada, en nuevas variedades o en mejoras a nivel técnico".
China como gran oportunidad
Cuando empiezan a entrar los volúmenes de Sudáfrica en el mercado europeo, la fruta peruana, pese a que es de gran calidad, no es capaz de competir con los precios más bajos del suministro sudafricano. "La llegada de la fruta sudafricana es la señal para nosotros para retirarnos del mercado europeo. En cambio, Asia se nos presenta como una gran oportunidad, y más aún una vez que el nuevo puerto de Chancay empiece a funcionar, ya que el tiempo de tránsito disminuirá en unos 12 días. Este ahorro de tiempo favorecerá la vida útil de la fruta y reducirá los costes", concluye José Antonio Castro.
Fuente: Fresh Plaza