Modernización del riego, mejor almacenamiento del agua de lluvia en las explotaciones, reciclaje y reutilización, control de la contaminación, sustitución y reducción del desperdicio de alimentos, ayudarían a elaborar la estrategia para afrontar la escasez del recurso hídrico
Por: Raúl Yaipén Carranza
Lima, 31 Agosto 2012 (Agraria.pe) Considerando que las diferentes sequías, en algunas regiones del mundo, han dañado la producción internacional de cereales y contribuido al alza de los precios de los alimentarios – cada dos años – desde el 2007, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), destacó la necesidad de variar la forma en la que se utiliza y despilfarra el agua a lo largo de toda la cadena alimenticia.
En ese sentido, José Graziano da Silva, director general de la FAO, en el marco de la “Semana Mundial del Agua” que se celebra en Estocolmo – Suecia, destacó que "no hay seguridad alimentaria sin seguridad hídrica", y señaló que el reciente informe de la organización internacional, advierte que la escasez de agua y la contaminación suponen un riesgo cada vez mayor para los principales sistemas de producción de alimentos en todo el mundo.
"La agricultura, tal y como la practicamos hoy en día, es también una de las causas de este fenómeno, puesto que representa el 70% del total del uso de agua dulce ", sostuvo.
Eficiencia hídrica en la agricultura
Sin embargo, Da Silva añadió que el sector de la producción alimentaria también ofrece un enorme potencial para cambiar la forma en que el mundo utiliza el agua, por lo que la FAO propone un nuevo marco para la gestión del agua en la agricultura, el cual subraya la importancia de las diferentes áreas en las que deben centrarse las políticas y actuaciones:
Modernización del riego: es necesario modernizar los antiguos sistemas de riego por canales para responder a las necesidades de los agricultores del futuro y permitir un uso eficiente del agua y aumentar la productividad.
Mejor almacenamiento del agua de lluvia en las explotaciones: mediante el almacenamiento de agua en los pequeños estanques o directamente en el suelo, los agricultores pueden reducir los riesgos relacionados con la sequía y aumentar su producción.
Reciclaje y reutilización: la reutilización del agua - en particular - las residuales tratadas de los centros urbanos, puesto que pueden desempeñar un papel importante en la producción agrícola en zonas áridas, con el objetivo de impulsar la producción local.
Control de la contaminación: mejores normas de calidad del agua, junto con mecanismos eficaces para su aplicación, reduciría la contaminación del agua, lo que agrava la escasez de la misma.
Sustitución y reducción del desperdicio de alimentos: las políticas agrícolas deben considerar el potencial que la producción de secano sigue ofreciendo en muchos lugares, y buscar una combinación mucho más integrada con la agricultura de regadío.
Finalmente, el ejecutivo precisó que la reducción de las pérdidas por postcosecha debe formar parte de cualquier estrategia para afrontar la escasez del agua. Teniendo en cuenta que de todos los alimentos producidos en el mundo, el 30% (1,3 millones TM), se desperdicia cada año a lo largo de la cadena de valor desde el campo a la mesa.